SE CONMEMORAN 207 años del inicio de esa guerra intestina llamada independencia. No es necesario caer en el conocido análisis respecto a la pregunta ¿De quién nos independizamos?. Aceptemos sin conceder que la tal independencia es cierta. Por lo tanto, desde ese momento y hasta la fecha somos un país independiente y soberano.
PARA COMPLEMENTAR lo dicho, agréguese el muy romántico concepto de que el país, la patria, no son las piedras, montaña, arenas y demás accidentes geográficos que constituyen una masa delimitada por el Río Bravo arriba y el Suchiate abajo; y por el Golfo y Caribe al este y el Pacífico al oeste. En realidad el país, la patria la conforman sus habitantes, eso dice el concepto.
ASI LAS COSAS, la independencia de la patria se traduciría en la independencia de sus habitantes. Sin más preámbulos: ¿Usted es independiente?… Con seguridad habrá que proporcionar tantas definiciones de independencia como le acomoden a todos aquellos que respondan que sí son independientes.
PERO ALGUNOS FACTORES del entorno pueden poner en duda, o por lo menos arrancar importantes cuestionamientos a la independencia de los habitantes de estas latitudes conocidas como México.
PRIMER FACTOR: una gran cantidad de habitantes del país, depende de las dádivas del gobierno. Esas dádivas se manifiestan como gratuidad y subsidio a una muy importante porción del gasto que una familia debiera asumir por sí misma, es el caso por ejemplo del subsidio a la leche Liconsa, el subsidio al transporte. La alimentación básica y la transportación debieran ser cubiertos por los recursos propios. Mensaje 1
SEGUNDO FACTOR: La educación. Cierto es que el estado debe garantizar que todos los habitantes tengan la posibilidad de educarse, asistir a la escuela pues; pero la única fórmula que se le ha ocurrido al gobierno es la gratuidad. El tema de la educación básica –primaria, podría justificar la dádiva, lo malo tras de ello es que la educación temprana es de alto impacto en la vida del individuo y estando los contenidos en manos del propio estado, enseñan lo que quieren. Dan algunas migajas de ciencia, cero formación cívica, lamentable educación del idioma y una serie de mentiras históricas que ponen un velo de plomo al devenir y justifican las acciones del gobierno en turno. Los demás niveles de educación, mejor dicho de academismo también quedan en manos del estado con las mismas miras. De hecho la educación es obligatoria. ¿y si alguien no se quisiera educar –en el sistema? Pues no tiene derecho a ello, es a fuerza, no es una decisión independiente y de ejercicio de la libertad Se salva en cuanto a contenidos, la Universidad, su autonomía sobre ese punto debiera ser intocable. Mensaje 2
EL OTRO TEMA ES LA SALUD, la obligación del estado en la garantía de la salud pública está pobre y deficientemente cumplida. Lo mismo ocurre con las pensiones universales – que no son más que el reconocimiento de la falta de empleos y en consecuencia la población mayor que no generó fondos para su retiro y está en situación de pobreza o indigencia. No hay independencia ni para comer sal. Mensaje 3
DE MODO QUE en buena medida los aspectos de alimentación, educación y salud, los tres de precaria calidad, son proporcionados por el estado… es decir, en esos renglones la población es dependiente. El asunto es que al ser dependientes de ello, se logra un control de las voluntades sociales. La sociedad se puede quejar, pero se debe a su vez a su mentor.
OTROS ASPECTOS DE LA INDEPENDENCIA, asociada con la libertad, están por ejemplo en los medios. No toma posesión del gobierno el nuevo partido aplanadora y los medios ya están alabando y aplaudiendo cualquier coma y cualquier pausa que se declara. Hay dos posibilidades: o tienen miedo (con lo cual no son independientes) o están amablemente advertidos de hacerlo así, con lo que son menos independientes aún.
EL ESTADO MISMO NO ES INDEPENDIENTE. El estado, en manos de los gobernantes, está atado a las palabras y declaraciones de las personas en el gobierno –los tres poderes, y éstos son presos de sus propias declaraciones y promesas. Ahora no se gobierna por el bien de país sino para dar validez a las posturas y ocurrencias que expelen cada que tienen un micrófono enfrente. Se gobierna pues atado a dichos, no a principios de necesidades comunes.
LA CUESTIÓN DE INDEPENDENCIA escapa entonces l tema de intervenciones del exterior; por ejemplo hoy dependemos en gran medida del TLC, resulta que el bueno fue Carlos Salinas de Gortari y ahora no acaba de complacer la nueva versión del tratado; por una sencilla razón, porque nuestra economía depende en una considerable proporción de dicho tratado. El problema no está afuera: masiosare está adentro. DEPENDEMOS DEL TLC.
LOS MENSAJES 1, 2 Y 3 antes invocados son sencillos: todo subsidio implica compra, compra de conciencias, se confunden los derechos con las obligaciones. Por eso hay tantos aplaudidores de la dádiva. Particularmente en lo que se refiere a la educación; estamos educados para ser chiquitos, al fin todo lo resuelve papá gobierno. Mientras más nos dé, más felices estamos. El subdesarrollo no está en aspectos económicos, éstos son el síntoma. La enfermedad es la dependencia a la que nos han conducido y que resulta tan cómoda: que te mantenga el gobierno.
¡Viva México cabrones!