Violencia política impulsó reclamaciones de seguros en 2020, revela Allianz

El Asegurador

 

Los daños, disturbios y, en última instancia, pérdidas por revueltas, protestas, vandalismo u otras formas de alborotos civiles se encuentran ahora entre los principales riesgos para las empresas, y es probable que las secuelas continuas de la pandemia COVID-19 impulsen más dichas actividades, según refiere un comunicado de Global Risk Dialogue de Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS), que revela que la violencia política impulsó un porcentaje considerable de las reclamaciones de seguros documentadas en 2020.

La información añade que la preparación contra los riesgos de violencia política es clave, en particular para los sectores expuestos como el comercio minorista; por lo cual las empresas deben revisar sus planes de continuidad comercial (BCP). Por lo general, estos solo se enfocan en catástrofes nacionales, pero existe una creciente necesidad de que los BCP aborden los disturbios políticos y otros tipos de interrupciones como los incidentes cibernéticos. Tener procedimientos definidos y probados es crucial: estos deben centrarse en el personal, los clientes e incluir planes generales de comunicación y redes sociales.

Además, añade el reporte, las empresas también deben revisar sus coberturas de seguro. Las pólizas de Propiedad pueden cubrir reclamos de violencia política en algunos casos, pero las aseguradoras también ofrecen cobertura especializada para mitigar el efecto de huelgas, disturbios y conmoción civil a través del mercado especializado de violencia política. 

“Anteriormente, para los clientes ‘era agradable tener esta cobertura’; en tanto, para las aseguradoras era un ‘nada de qué preocuparse demasiado’. Sin embargo, esto ha cambiado desde 2018, ya que tanto la frecuencia como la gravedad de estos eventos han aumentado significativamente. Vemos un creciente interés y demanda propulsadas por la violencia política por parte de las empresas ”, dijo Bjoern Reusswig, director de Soluciones para entornos hostiles y violencia política global en AGCS. 

“Afortunadamente, los eventos de terrorismo a gran escala han disminuido drásticamente en los últimos cinco años. Sin embargo, el número, la escala y la duración de los disturbios y protestas en los últimos dos años es asombroso y hemos visto empresas que han sufrido pérdidas significativas”, amplió  Reusswig. 

“Los disturbios civiles se han disparado, impulsados ​​por protestas sobre temas que van desde las dificultades económicas hasta la brutalidad policial que han afectado a ciudadanos de todo el mundo. Y el impacto de la pandemia COVID-19 está empeorando las cosas: con pocas señales de un final a la recesión económica a la vista, es probable que el número de protestas continúe aumentando”, añadió Reusswig.

El directivo de AGCS detalló que los incidentes de disturbios civiles, que causan daños físicos, interrupción del negocio o pérdida de ingresos, se están convirtiendo en un riesgo más significativo para las empresas en el entorno actual, como se refleja en los hallazgos del Barómetro de Riesgos de Allianz 2021. En la encuesta anual de riesgos globales, los riesgos políticos y la violencia regresaron a los 10 principales riesgos por primera vez desde 2018. Esta tendencia de peligro está respaldada por hallazgos de investigaciones recientes que predicen que las filas de manifestantes globales aumentarán en los próximos dos años.

Por otra parte, una firma de investigación especializada en análisis de riesgo global, espera que 75 países experimenten un aumento en las protestas para fines de 2022. De estos, más de 30, principalmente en Europa y América, probablemente verán una actividad significativa. 

Asimismo, el comunicado refiere que las empresas no tienen que ser víctimas directas de disturbios civiles para sufrir pérdidas económicas. Los ingresos pueden verse afectados si el área circundante se acordona durante un tiempo prolongado o mientras se repara la infraestructura para permitir el reingreso de clientes, vendedores y proveedores.

COVID-19, coyuntura que exacerbará el polvorín social 

El reporte de AGCS refiere que la COVID-19 es un factor clave detrás del aumento de los disturbios civiles, ya que ha magnificado los agravios subyacentes de largo plazo y les ha dado un punto central. La pandemia ha afectado negativamente la estabilidad política, aumentando la polarización y poniendo de relieve problemas relacionados con la igualdad, empeorando las condiciones laborales y los derechos civiles.

“Desafortunadamente, es probable que el riesgo de disturbios y violencia se agudice debido a la COVID-19”, declaró Michael Stone, consultor de riesgos de AGCS North America. 

“Las medidas que los gobiernos han utilizado para combatir el coronavirus han tenido un efecto socioeconómico significativo y la frustración está creciendo en grandes segmentos de la población. La gente está preocupada. La seguridad del trabajo, la salud y los ingresos desaparecieron. Son más propensos a manifestarse y tienen una mecha más corta, por lo que no es sorprendente que las manifestaciones anti-encierro puedan volverse violentas”, abundó Stone,

Reusswig  concluyó que el hecho de que la pandemia haya permitido que las teorías de la conspiración prosperen entre los sectores de la población también prepara el terreno para futuras turbulencias, e incluso daños físicos en algunos casos.

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