Las organizaciones dependen cada vez más de proveedores externos para ofrecer a sus clientes productos y servicios críticos para el negocio. Por esa razón resulta necesario implementar una estrategia clara y seleccionar, aprobar y gestionar los riesgos asociados con terceros para así evitar vulnerabilidades que empañen la credibilidad de las compañías de seguros.
Lo anterior forma parte del mensaje central que la consultora KPMG divulga en su más reciente estudio, titulado Gestión de riesgos de terceros. Identifique al eslabón más débil.
En la investigación, se define como terceros a personas morales o físicas que comercializan bienes o servicios y que en algunos casos actúan en nombre de la empresa como representantes o agentes de ventas, pudiendo ser clientes o distribuidores.
De ahí que, sostiene KPMG, las empresas deban saber que las fallas de terceros pueden empañar su reputación con importantes implicaciones en costos e imagen, afectando a la operación e incluso ocasionando el incumplimiento de regulaciones de diversa índole.
El estudio sostiene que ante la gran cantidad de áreas involucradas en el proceso de selección y contratación de terceros, como Compras, Jurídico, Calidad y Cumplimiento, resulta evidente que desarrollar e implementar una estrategia continua y sólida representa un gran desafío para las empresas.
Por dichas razones, el estudio de la consultora menciona que las organizaciones de todos los sectores y países están considerando legítimamente la gestión de riesgos de terceros como una prioridad estratégica.
“Diversas empresas adoptan un enfoque proactivo y exploran cómo pueden perfeccionar y ampliar sus procesos existentes por medio de la habilitación tecnológica y la innovación”, explica KPMG.
De acuerdo con la investigación, para muchas organizaciones la gestión de riesgos de terceros sigue siendo un trabajo en proceso.
“A medida que las compañías aseguradoras se adaptan a los eventos globales y a la incertidumbre económica, también pueden encontrar que su información histórica de evaluación de terceros y el análisis del entorno de control requieren actualizarse para tomar en cuenta los nuevos riesgos y desafíos”, indica el reporte.
En conclusión, KPMG asegura que las compañías necesitan mejorar la resiliencia empresarial comprendiendo con precisión el papel que juegan los terceros en la generación de bienes y servicios para sus clientes y asegurándose de que tales proveedores cumplan las políticas y procedimientos aplicables a la empresa y su entorno.