La distinción es en ella sobresaliente.
Tolerancia y humildad son sus atributos.
La justicia es su compañera.
Su honestidad está siempre presente.
Sus hechos son siempre bienintencionados.
Su Ser es noble siempre.
Cuenta con la bendición de Dios.
Por ahí alguien pregunta:
—¿Quién es?
—No te oí bien.
—Que de quién se trata —dice, alzando la voz.
—Se trata de la nobleza.