El cambio climático ha llevado al planeta a sufrir cambios sin precedentes. La ciencia que estudia los fenómenos medioambientales invita insistentemente a la humanidad a tomar acción para evitar que dicho cambio sea catastrófico e irreversible. Las acciones que se requieren son ambiciosas y exigen la movilización colectiva, porque la ventana de acción se está cerrando rápido y no hay un plan B. Se trata de emprender una revolución industrial exigente y que ya no se puede retrasar.
Tales consideraciones forman parte del Informe climático 2021: la década decisiva, elaborado por AXA, el cual hace una firme exhortación a la acción porque, agrega, cada año cuenta, y a pesar de la complicada situación, modificar el paradigma con el que se afronta el cambio climático, puede convertirse en un catalizador formidable para la innovación tecnológica, la justicia social y el apaciguamiento geopolítico.
Para que ello ocurra, AXA exhorta a la humanidad a aceptar el desafío convencida de que la mentalidad de los individuos y de las empresas debe evolucionar más rápido que el deterioro del cambio climático, y que la velocidad de la respuesta tiene que estar en consonancia con la escala de los riesgos futuros.
El reporte destaca que el objetivo debe ser cero emisiones de efecto invernadero; para ello, incorpora a sus acciones el concepto de “temperatura de inversión” y explica cómo se relaciona ésta con la economía real y por qué se deben lanzar nuevas alianzas para abordar preocupaciones colectivas.
De acuerdo con el análisis de la aseguradora, las métricas de alineación de temperatura proporcionan una comprensión prospectiva de las posibles consecuencias que ocasionan las empresas y los sectores en la dinámica del cambio climático, por lo que se pueden utilizar para establecer objetivos climáticos dinámicos y desarrollar estrategias relacionadas, acelerando así el “impacto en el mundo real” en términos de mitigación climática.
“No podemos alinearnos completamente en un mundo desalineado. Si las inversiones de 2020 son una representación precisa del mundo, el informe de este año muestra claramente que el mundo se dirige hacia un futuro de 2.7 ° C”, enfatiza el reporte.
La mejora de la “temperatura” dependerá cada vez más de los cambios que podemos fomentar pero que no controlamos. Si bien todos los sectores y las empresas tienen la responsabilidad de evolucionar, las finanzas y los seguros son un facilitador clave siempre que puedan operar dentro de un marco claro a largo plazo.
De ahí que AXA vaticina un mayor progreso mediante la construcción de coaliciones que apoyen el lanzamiento de la Alianza de Seguros Net-Zero antes de la COP26. Es nada menos que una revolución en la forma en que se comprometerán las organizaciones con la forma de hacer negocios en el futuro, y en la que las hojas de ruta climáticas de los clientes serán fundamentales en el corazón de los procesos comerciales.
Cada año cuenta, reitera la aseguradora, y debemos estar muy receptivos de que estamos entrando en una década decisiva de acción con una multiplicación de compromisos climáticos y un fuerte impulso empresarial y político.