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Tú pones, él pone, nosotros ponemos: la perinola de la subrogación

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Por: Wylie Vielma Delgadillo

En la estructura de la póliza empresarial de Daños en México existe una forma en que la aseguradora puede voltear a ver al causante de los siniestros para subrogarse en derechos sobre ellos.

La subrogación es un derecho que las compañías tienen para recuperar lo que pagan a sus asegurados por los daños y riesgos cubiertos si se tiene un causante identificado.

Pero ¿cómo puedo entender la subrogación de derechos?

Historia navideña

Acá en Guadalajara, la navidad es la noche estelar cuando se es niño, ya que abajo del árbol navideño o al pie del nacimiento aparecerá un gran regalo que previamente se “pidió” en una cartita. Para ello, los niños debieron portarse bien.

Llegado el día mágico aparecen esos regalos, juguetes principalmente; y el universo desaparece momentáneamente. La vida en aquellos tiempos era felicidad.

¿Recuerdas esos momentos?

No sé en dónde me leas, pero en Guadalajara existe la costumbre de ir al “recalentado” posterior a la cena navideña. En mi caso, ir con mi abuela materna era lo máximo de diversión, ya que además de verla había la “posibilidad” de que algún otro regalo apareciera para mí. La aventura iniciaba a la voz de “vámonos” y cargaba con todos los juguetes en ese pequeño, pero significativo viaje.

Al llegar a casa de mi abuela todo era alegría: ella, mis tíos, tías, disfrutaban de una fiesta que desearía se repitiera. También estaban mis primos, desde los más pequeños hasta los más grandes; eso sí, todos con los respectivos juguetes que habían aparecido unas horas antes.

Espero que estés reviviendo esas escenas, juegos, risas y comida preparada por la abuela. En un momento vuelvo a recordar mis juguetes nuevos y regreso a jugar con ellos o a invitar a mis primos a jugar conmigo.

Mi primo vago y mi tía que se subroga

Todos en la familia tuvimos ese primo inquieto, que era el terror por vago. El caso es que ese primo se invita solo a jugar con mis juguetes y como ya se están imaginando, rompe mi nuevo juguete favorito.

Imagínate la escena, el primo vago que tal vez lo rompió a propósito (o no) y sale corriendo; y yo, quedándome con la gran pérdida de mi nuevo juguete.

A partir de ahí, entra en operación mi “abogada” (mi abuela). Cita al causante (mi primo) y a su aseguradora (su mamá).

La escena es épica. Mi abuela determina la pérdida causada y en los antecedentes, el primo tiene varias deudas con otros de mis primos.

Aquí es donde se ejecuta el “ajuste”. Mi tía debe pagar mi juguete a un valor reposición que es ir a comprar uno nuevo y, tal vez, con una pérdida consecuencial o compensatoria de incluir una deliciosa golosina o algo más.

Yo, como afectado y resarcido el daño, estoy feliz. Pero viene el momento de la subrogación de derechos que mi tía ejerce contra mi primo. 

Cuando yo era niño las costumbres no eran como hoy en día y mi primo sufría una gran reprimenda: regaño de antología, castigo encerrado en algún lugar sin permiso de siquiera voltear a ver los juegos que los demás llevábamos a cabo. Inclusive, debo admitirlo con cierto gusto, mi tía le daba sus jalones de “diablos” o una buena tanda de cinturonazos (sí, suena violento, pero así eran en los años 70) que mantenían a mi primo quieto.

Ahí tienes un ejemplo de como un afectado (yo) recurrí a mi abogado (mi abuela) quien reclamaba a la aseguradora (mi tía) el pago de los daños sufridos por mi primo.
Se pagan los daños (me repusieron mi juguete) y, finalmente, la aseguradora le receta a mi primo una buena cantidad de subrogaciones que podrían buscar el resarcir la pérdida financiera sufrida.

Suena muy simple, pero así opera la subrogación a que tiene derecho la compañía. Ahora bien, si en una colindancia ya sea horizontal o vertical coexisten diferentes riesgos, pero los dueños tienen una relación consanguínea, es decir, son familia ¿has pedido a la compañía que renuncie a ese derecho? Porque de no hacerlo, podría pedir que demandes a tu “primo” para lograr una indemnización.

¡Qué divertidos son los seguros de Daños! Te leo en la próxima.

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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