El balance entre vida personal y profesional no solo es posible sino necesario para construir un equipo sólido y un liderazgo eficiente. Cuando un profesional del ámbito financiero alcanza un nivel de actividad y productividad tan alto que, por el tiempo disponible para laborar, es difícil atender asuntos personales, comienzan a notarse situaciones de inestabilidad en la concentración y en los resultados, lo que invariablemente repercute en el equipo.
Y es que, cuando el tiempo destinado a los asuntos profesionales ocupa los momentos que deberían dedicarse al bienestar personal, social y familiar, ¿cómo se puede ofrecer una entrega plena y profesional con motivación a la búsqueda de nuevos clientes, mantener los negocios existentes en movimiento y al mismo tiempo ofrecer un liderazgo de calidad?
La respuesta, señala un reporte de la asociación Million Dollar Round Table (MDRT), es únicamente a través de ceder responsabilidades y pendientes a un nuevo integrante o a un asistente de plena confianza que complemente y realice las tareas con la mayor calidad.
De acuerdo con una entrada en el blog de la asociación global, escrita por Thomas F. Levasseur, “aliarse con un asesor financiero junior podría ser una buena manera de obtener apoyo y, al mismo tiempo, brindarle a ese asesor una experiencia valiosa”.
La publicación de MDRT cita seis claves que deben ser tomadas en cuenta por los profesionales del sector financiero al momento de elegir tercerizar la asignación de responsabilidades:
1: Hacer en una hoja de cálculo todas las tareas, actividades y acciones que se realizan cada día. La importancia de ser minucioso dará como resultado un buen seguimiento y reportes de resultados completos.
2: Es necesario dividir la lista, de tal forma que se excluyan aquellos asuntos personales y se dejen solo los de estricto ámbito laboral.
3: Se debe crear un reporte personal de administración del tiempo, dividido en bloques de cuartos de hora. La disciplina y la honestidad deben ser el eje rector de este informe administrativo, pues, de lo contrario, los datos serán inservibles.
4: Una vez finalizada la recopilación de datos de una semana, se deben evaluar los resultados sin juicios o parcialidades emocionales. La objetividad en este ejercicio puede ser constructiva para reconocer las actividades y cómo se aprovecha el recurso del tiempo.
5: Segmentar las categorías de tiempo de acuerdo con cuatro clasificaciones:
· Incompetente: son las actividades en las que comete muchos errores y hay repeticiones.
· Competente: tareas que son pesadas y agotan mucha energía pero que son necesarias de realizar por uno mismo.
· Capaz: situaciones que uno mismo puede y debe hacer porque dependen del conocimiento técnico.
· Fortalezas: estas son las actividades que emocionan e inspiran la creatividad y motivación.
6: Se debe escribir una descripción del trabajo en torno a aquellas áreas en las que se podrían delegar responsabilidades. Es hora de comenzar con la búsqueda.