Telemedicina, aliada para que los servicios de salud ganen movilidad e inmediatez

El Asegurador

 

En la actualidad y ante la nueva normalidad, los pacientes hospitalarios tienen nuevas necesidades; de modo que como nunca antes, es vital que las instituciones enfocadas a brindar productos y servicios en el sector salud en América Latina visualicen la telemedicina como una gran aliada para incrementar su movilidad, ser más inmediatas en su atención y minimizar las alteraciones del negocio que produjo la irrupción de la COVID-19. 

Así lo expresó Edgar Matamoros, IT services solutions manager en Ricoh Latin America, quien añadió que los primeros pasos para lograr que la telemedicina se cristalice como una solución hospitalaria sólida ya se dieron, debido a que muchas organizaciones en el sector salud tuvieron que habilitar aceleradamente accesos y sus capacidades de operación remota, con el fin de afectar lo menos posible el servicio clínico que brindan, incluso ante eventos imprevistos como la pandemia que produjo la COVID-19. 

Matamoros apuntó que, después de resolver lo urgente y ya con el conocimiento y experiencia del uso de diversas alternativas tecnológicas como la telemedicina, el sector salud está llevando esta capacidad al siguiente nivel: garantizar no solo la operación, sino conservar la eficiencia y colaboración efectiva con compañeros, pacientes y colegas desde cualquier lugar, distancia y dispositivo.

En este sentido, Matamoros insistió en que a causa de la diseminación del  SARS-CoV-2, un servicio que vivió auge de pronta implementación y aceptación en los centros médicos es la telemedicina. Al respecto, indicó que dicha disrupción anteriormente estaba reservada para algunos roles, situaciones específicas o instancias ocasionales, en lo que se refiere a la prestación de servicios médicos a distancia, a pesar de ser una de las formas asistenciales más efectivas para llevar a cabo tareas hospitalarias. 

“De la mano de la telemedicina, el sector salud puede tener un mejor desempeño y de una forma muy sencilla, visto que todo el universo de pacientes puede utilizarlo por medio del intercambio de información que se comparte y viaja de forma encriptada y segura. En concreto, esta disrupción clínica ya acusa un desarrollo importante; de tal manera que médicos, auxiliares y pacientes pueden interactuar rápida y efectivamente de forma remota y deslocalizada”, explicó Matamoros. 

El IT services solutions manager en Ricoh Latin America señaló que es indispensable que los centros especializados en servicios de salud no dejen de lado el gran cúmulo de nuevos datos que la COVID-19 produjo, puesto que el sector de la salud en América Latina está enfrentando hoy en día varios retos, como el envejecimiento de la población. 

Matamoros recordó en 2010, 10 por ciento de los latinoamericanos tenía más de 60 años; mientras que  al cierre de 2020, 21 por ciento de los habitantes de esta región será adulto mayor; lo cual significa que existe una mayor probabilidad de demanda de atención médica, tomando en cuenta que más del 80 por ciento de los personas que forman parte de la cuarta edad sufren de al menos una enfermedad crónica.

“Paralelamente al incremento en costos que suponen estos desafíos, los sistemas sanitarios buscan lograr una mejor calidad de atención a los pacientes. En este punto, las instituciones de salud comienzan a ver la tecnología como un facilitador de ese estándar, con innovaciones que elevan la experiencia del paciente en toda su plenitud”, remarcó Matamoros.

En cuanto a las áreas administrativas del sector salud, el funcionario de Ricoh Latin America destacó que este sector se ha visto muy favorecido, con la introducción de robotización de tareas, donde con simples acciones, inversiones y herramientas se automatiza la creación de facturas, expedientes, historias clínicas, apartado de citas y acciones repetitivas que permiten a empresas que manejan alto volumen de transaccionalidad, incrementar la eficiencia en la atención, apoyando al personal responsable de estos importantes procesos que sin importar su complejidad, niveles de aprobación y variables pueden automatizarse.

Matamoros indicó que sin duda, la implementación de tecnología avanzada resulta una oportunidad para desarrollar la industria de la salud y aumentar la capacidad de respuesta a las características de la población actual. La telemedicina, dijo, podría ayudar a solucionar gran parte de los retos de los sistemas sanitarios actuales, ya que su objetivo más importante es lograr más con menos. En concreto, sostuvo, el valor del mercado latinoamericano de la telemedicina crecerá 17.2 por ciento al cierre de 2020, para alcanzar los 2,500 millones dólares, lo que equivale a más del doble del valor que registró en 2015, el cual ascendió a 1,130 millones de dólares. 

El directivo de Ricoh Latin America puntualizó que la nueva normalidad producida por la COVID-19 ha traído consigo diferentes tendencias clínicas, sin perder de vista que han aparecido nuevas necesidades de los pacientes clínicos, orientadas cada vez más a la movilidad y la inmediatez. Frente a dicha realidad, amplió, la telemedicina proporciona una atención personalizada a los usuarios hospitalarios y los ayuda a seleccionar proveedores basándose no solo en las preferencias básicas (hora del día, idiomas hablados, años de experiencia,) sino que también ofrece alternativas para citas más oportunas, ahorro de tiempo y comodidad, lo que puede ser fundamental cuando alguien requiere atención de urgencia, en comparación a la posibilidad de trasladarse a un centro hospitalario para obtener los servicios de un especialista específico.

A medida de que los centros de atención médica sigan enfocándose en la experiencia del paciente, la implementación de formas nuevas y más fáciles para que la población tenga acceso a servicios médicos de calidad, incluso a distancia, será fundamental en un mercado que cada vez es más competitivo, explicó Matamoros. 

El colaborador de Ricoh Latin America afirmó que si bien muchas personas siguen prefiriendo la interacción en persona con su médico, la realidad es que la telemedicina permite que más pacientes cuenten con acceso a asesoramiento médico especializado sin salir de casa. Esta tecnología, especificó, abre la posibilidad de atender a población que habita en zonas aisladas o con falta de especialistas, y de ofrecer una segunda opinión médica, de tal manera que se ahorra tiempo y espacio. Por otro lado, remarcó,también brinda la oportunidad a las instituciones médicas de incrementar su espectro de atención y su catálogo de servicios.  

En conclusión, Matamoros reconoció que los retos en materia de salud en América Latina no son menores. Sin embargo, destacó que muchos países de la región ya tienen un camino recorrido, en lo que se refiere a la regulación e implementación de la telemedicina. 

“Las instituciones de salud deben comprender que América Latina está viviendo una transformación que permite maximizar las oportunidades; por lo que la innovación y nuevas tecnologías como la telemedicina brindan la optimización de la experiencia hospitalaria al paciente”, cerró Matamoros.

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