Nunca como ahora, el propósito de los seguros de Vida ha sido más relevante, pero la forma en que las aseguradoras cumplen ese propósito cambiará drásticamente para 2030, proyección en la que un plan claro, una cartera de productos actualizada, tecnología moderna, diferentes modelos de colaboración y nuevos talentos son las claves para proporcionar valor a largo plazo a los clientes, las partes interesadas y la sociedad en su conjunto.
Dicha conclusión se desprende del estudio Seis megatendencias que definen la próxima ola de seguro de Vida y jubilación, elaborado por EY, que destaca que el potencial de crecimiento para la industria aseguradora es enorme, por la oportunidad que tiene dicho sector de fortalecer la confianza de los clientes y aprovechar las oportunidades que la COVID-19 ha brindado.
El informe refiere que abordar los problemas sociales críticos, comenzando con la protección y las brechas de ahorro para la jubilación, es la fórmula que las aseguradoras deben adoptar en aras de ”hacer el bien haciendo el bien”.
El reporte de la organización británica subraya que para afrontar el momento y que las instituciones cumplan con ese propósito tendrán que forzosamente operar de forma diferente. En tal sentido, delinea seis megatendencias que ya están remodelando el mercado y que continuarán impulsando el cambio del seguro hasta 2030.
1. Salud y bienestar financieros
Para las aseguradoras y las empresas de planificación de la jubilación, las propuestas de valor girarán alrededor de ayudar a las personas a vivir la vida que desean, con altos grados de seguridad financiera y salud física y mental. Las ofertas serán más flexibles, con miras al futuro y “basadas en objetivos”, con un énfasis en la prevención proactiva sobre la protección contra las desventajas.
2. Valor a largo plazo
Dado que el propósito de la industria de seguros sigue siendo el centro de atención al salir de la pandemia, es fundamental que las aseguradoras piensen en términos de ofrecer valor a largo plazo a los clientes, empleados y sociedad, así como a los accionistas.
3. Colaboración con gobiernos y reguladores
Las difíciles condiciones macroeconómicas, los programas de jubilación del gobierno con fondos insuficientes y el intenso escrutinio regulatorio (especialmente en torno a los mejores intereses de los consumidores y la privacidad de los datos) obligarán a las aseguradoras a colaborar con las autoridades públicas en múltiples frentes. Existe una gran oportunidad para que la industria trabaje junto con los gobiernos para desarrollar y promover soluciones que los consumidores desean y necesitan.
4. Ecosistemas y participación omnicanal
Los ecosistemas seguirán creciendo y madurando, convirtiéndose en el método principal que utilizarán las aseguradoras para involucrar a los consumidores en todos los canales.
5. Optimización y convergencia de capital
Más allá de la amenaza casi existencial de las bajas tasas de interés, los factores macroeconómicos y competitivos están impulsando las instituciones a buscar niveles más altos de eficiencia del capital. Las fusiones y adquisiciones (M&A) y el reaseguro son variables clave en la ecuación.
6. Mercantilización y personalización
Hay muchas razones por las que los seguros de Vida y con componente de ahorro se han convertido en básicos, incluida la regulación de la conducta, la competencia de la gestión de activos y la creciente preferencia de los clientes por la simplicidad, la transparencia y la comparabilidad. Cada vez más, los consumidores perciben valor a través de experiencias ricas y relaciones basadas en la confianza; por eso, la flexibilidad y la personalización son imperativas.