Durante el mes de abril, 12.5 millones de personas perdieron su empleo en México, debido, en su mayoría, a la propagación de la COVID-19 que derivó en una emergencia sanitaria global. Lo anterior, elevó la tasa de desempleo a 24.7 por ciento en el país, según cifras proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Tales números forman parte de la primera Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) presentada por dicha institución, en la cual se dio a conocer que 2.1 millones de empleos perdidos fueron formales y 10.4 millones de informales.
En la encuesta elaborada por el Inegi también se reportó que la Población Económicamente Activa (PEA) pasó de 57.4 millones de personas en marzo, a 45.4 millones en el mes de abril.
“La diferencia que existe se debe a los 12.5 millones que se encontraban en un estado de suspensión laboral temporal ocasionado por la cuarentena. Se trata de una suspensión sin percepción de ingresos de por medio y sin certeza de si se mantiene el vínculo laboral o de retorno al trabajo”, de acuerdo a los datos difundidos en el reporte del Inegi.
Al respecto, Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México (Banxico), expresó que dichas personas en principio son desempleadas, ya que no trabajaron en la semana de referencia ni recibieron ningún tipo de sueldo.
“Si existiera un acuerdo para que se les guarde su plaza, podríamos considerarlos desempleados temporales, pero al final de cuentas siguen siendo desempleados”, afirmó Heath en su cuenta de Twitter.