Con la llegada de la pandemia, la humanidad completa tuvo que hacer cambios radicales en su estilo de vida, trabajo, convivencia y consumo. De la noche a la mañana pasamos de la libertad al confinamiento, y esa práctica, sostenida por más de año y medio, ha generado beneficios y autodescubrimientos, pero también desajustes emocionales que ameritan atención para que podamos seguir construyendo un camino equilibrado y productivo hacia la nueva normalidad.
Éste es el panorama que advierte Pedro Reymon, creador del sistema de alta productividad Simplicidad Brutal, derivado de la situación pandémica, y es la razón por la que compartió estrategias para vivir un home office más productivo y feliz. Ello ocurrió dentro del evento Dive In Festival 2021.
Reymon precisó que las herramientas que a continuación se detallan sirven no solo para mejorar ambientes de trabajo, sino que también son útiles para estabilizar a la persona en cualquier rol o contexto. Para ello hay que partir de la respuesta a las siguientes preguntas:
1. ¿En la empresa fomentan las conversaciones sobre la importancia de la salud mental? Conviene reflexionar sobre este tema porque hay estudios que revelan que como consecuencia de la pandemia al 75 por ciento de los colaboradores le está pasando factura el agotamiento. Esto se debe a que el confinamiento más la falta de reglas claras de trabajo han hecho que las jornadas de trabajo sean mucho más extensas que de manera presencial.
El expositor agregó que durante el primer año de la pandemia 60 por ciento de los empleados sufrió (y continúa viviendo) estados de depresión y ansiedad progresivos.
2. ¿Has sufrido crisis de ansiedad o de pánico durante episodios prolongados?
Si te ha pasado, señala Reymon, es momento de corregirlo e intentar salir a toda costa de ese estado buscando soluciones, porque la incertidumbre, el estrés y la depresión no te permiten tener claridad mental y provocan que no puedas tomar las mejores decisiones en ningún aspecto de tu vida por tener la mente ofuscada.
Todos esos desequilibrios ocurren en la mente, y para controlar todo lo que ahí sucede es importante conocer algunas técnicas que por su simplicidad pasan inadvertidas para la mayoría de las personas; sin embargo, favorecen enormemente el control de los desajustes emocionales referidos.
a) Respira. Inhala en cuatro tiempos, retén el aire unos segundos y exhala en cuatro tiempos más. Repítelo tres o más veces y siente cómo se va estabilizando tu nivel de ansiedad.
b) Practica una respiración fragmentada, que consiste en hacer tres inhalaciones con una pausa de un segundo entre cada una de ellas; mantienes la respiración, y luego exhalas lentamente hasta que se vacíen tus pulmones.
3. Haz un par de inspiraciones y una expiración mucho más larga.
4. Cambia tu neuroquímica mediante la meditación.
5. Escucha música que te inspire.
La mente está llena de información, y con ella estamos tomando decisiones constantemente. Por ello, Reymon les sugirió a los participantes que acostumbren sanear su mente haciendo SOPA. ¿Y qué es SOPA?
S. Saca la basura de tu mente escribiendo todo lo que te preocupa y pregúntate sobre cuáles de esas mortificaciones tienes control y sobre cuáles no. Te darás cuenta de que de la mayoría no lo tenemos. Debes tachar esas preocupaciones de tu lista porque te roban la paz mental.
O. Organizar por categorías las cosas sobre las cuales sí tienes control y crea líneas de acción para solucionar cada una de ellas.
P. Prioriza aquellas sobre las cuales vas a actuar ponderando el efecto que tendrán sobre la preocupación principal. Te darás cuenta de que el resto de las acciones comienza a fluir.
A. Actúa. Pon en práctica las acciones con base en tu lista de prioridades.
Otra de las prácticas que el creador del sistema de alta productividad Simplicidad Brutal recomendó atender es el sueño. Datos estadísticos sobre este tema revelan que entre 10 y 30 por ciento de las personas en el mundo vive con insomnio crónico, y las consecuencias de padecerlo se traducen en enfermedades que surgen tarde o temprano.
Ten fe en el futuro. ¿Qué quiere decir esto? Crea una rutina diaria, agradece por tener la oportunidad de estar en la Tierra otro día más. Organiza el día imaginando cómo cumples las cosas más importantes y relevantes. Recuerda que el hábito determina la calidad de tu vida. Incorpora la regla de tres de la productividad, que implica fijarte tres metas o propósitos diarios y no parar hasta cumplirlos.
Finalmente, Reymon sugiere optimizar el lugar de trabajo de manera que se tenga un espacio exclusivamente dedicado a ese fin. Decóralo y ambiéntalo. Diseña un ambiente de trabajo que te inspire. Establece horarios de trabajo de inicio y término y detente en diversos momentos del día. Esto debe ser así porque, si viajas todo el camino a la máxima velocidad, te fundes.