Innumerables son las reacciones que cada uno está teniendo ante esta situación mundial: desde los incrédulos hasta aquellos que tienen un miedo paralizante. Cuando leas este artículo, seguramente te autoclasificarás en la escala.
Es normal que cada quien reaccione ante un mismo evento de acuerdo con su muy particular forma de ver la vida, según su educación y sus creencias. Sin embargo, pienso que algo muy bueno para todos, y sobre lo cual vale la pena reflexionar, es capacitarse.
Aprender cosas nuevas es un privilegio no solo como agentes sino como personas. ¡Y qué digo privilegio! Considero que es realmente una obligación como profesionales y una necesidad como personas. Con capacidades únicas de retención, memoria y análisis, como seres humanos tenemos esa mente fascinante capaz de aprender cada vez más; incluso de desaprender y volver a adquirir conocimientos totalmente replanteados.
Muy probablemente, como agente de seguros no estés en casa tan desocupado. Ésta es, en general, una actividad que además de considerarse esencial se ha podido seguir desarrollando desde casa. Y lo hemos hecho nosotros, los agentes. Todo sigue “igual”: aprendiendo cómo algunas aseguradoras se adaptan mejor que otras al tema digital, pero seguimos operando con normalidad, entre cierres, renovaciones, servicio y contacto digital con nuestros clientes.
Así que no te estoy sugiriendo capacitarte porque asuma que te sobra tiempo; ¡sé que muy probablemente no es así! Pero es un momento perfecto para seguir aprendiendo, y digo esto por dos razones muy poderosas:
-La primera es que, ante la situación mundial, todos hemos podido reflexionar. Todos nos hemos enfrentado a un momento extremo. Recuerda que ante momentos como éste sale tu verdadero yo. Es decir, las reacciones que tienes ahora reflejan lo que hay en tu interior.
Si la mayor parte del tiempo que llevamos en esta situación la has pasado de mal humor, triste o irritable, te sugiero que hagas una revisión a conciencia de tu “yo”.
Finalmente, sé que es normal que haya momentos difíciles, pero evalúa si son eso, periodos transitorios, pasajeros, o realmente es algo que no puedes manejar del todo bien. Y quizá estés pensando: “¿Y eso qué tiene que ver con vender seguros?”.
Te diré la respuesta: tiene todo que ver. Si tú no estás bien contigo mismo, si no te sientes bien, en armonía, con una autoestima saludable y emocionalmente en equilibrio, tarde o temprano lo vas a reflejar en tus ventas, en tu servicio y en el tipo de clientes que atraes. Así que te invito a que hagas un examen de conciencia y definas cómo te sientes, en qué podrías mejorar, qué te gustaría trabajar o cambiar, y no lo dejes para después.
-La segunda razón es que, justamente como consecuencia de la situación actual, todo lo que te puedas imaginar en cuanto a capacitación online está ahí, disponible para ti. En lo laboral, todas las aseguradoras y todos los medios del sector (incluyendo este gran medio, El Asegurador) están haciendo un esfuerzo gigante por ofrecer capacitación múltiple y variada. Eso incluye desde ambiente general, digitalización, productos, habilidades de venta, motivación, etcétera.
Si ingresáramos a todas esas opciones de capacitación que nos llegan por correo o whatsapp, ¡estaríamos en capacitación todo el día, y ni siquiera podríamos trabajar! Pero lo que quiero subrayar es que hay muchas opciones, una interminable lista de alternativas. Y no solo en seguros; también en redes sociales puedes encontrar todos los temas, muchos gratuitos, en todos los horarios e impartidos por todo tipo de ponentes.
Hay webinars, seminarios, cursos, clases, temas de arte, de superación, libros, podcasts, etcétera. Esto no es nuevo, pero en este momento lo tenemos potenciado al máximo. Así que ¡aprovecha! Lo único que necesitas es definir aquello sobre lo que quieres aprender, buscarlo y agendarlo.
Yo te invito a que no solamente hagas una reflexión. Tampoco es bueno que tengamos parálisis por análisis; sólo detente, piensa, defínelo y capacítate aprendiendo de aquello que te va a ayudar a crecer y a dar tu siguiente paso. Recuerda: si no te capacitas, si no aprendes cosas nuevas, no te quedarás igual ni estático. No te hagas esa ilusión. Lo que no mejora se deteriora y empeora de manera natural.
Nuestra mente y nuestra vida funcionan igual: si no hacemos nada, simplemente y de manera automática empeoramos y nos empolvamos.
Recuerda, por último, que la capacitación y el conocimiento por sí solos no te llevan a nada; hay que practicar y usar ese conocimiento, ¡ponerlo al servicio de los demás y de nuestros propios sueños!