Sí pasa

Charlemos seguros

El asegurador

Hace apenas dos semanas,  el jueves 24 de febrero para ser exactos, un incendio acabó con el Office Depot ubicado en Calzada de los Leones, en Las Águilas, colonia ubicada en el sur poniente de   Ciudad de México. Al parecer, el Toks, restaurante vecino con gran afluencia de visitantes, sufrió sólo daños menores. Las dos empresas forman parte del Grupo Empresarial Gigante, al cual también pertenecen Tiendas Súper Precio, The Home Store y Gigante Grupo Inmobiliario. La cadena de supermercados Gigante, con don  Ángel Losada al frente, inició operaciones con una tienda en Mixcoac, en 1962, y se posicionó con el tiempo como una de las cadenas líderes del mercado, y en esta trayectoria no hubo cambios hasta que en 2007 la empresa fue adquirida por Organización Soriana.

La aseguradora de Grupo Gigante ya debe de estar tramitando el ajuste de pérdidas. Como es habitual, el mercado observa el proceso de ajuste de pérdida y pago de indemnización.

En los últimos años han ocurrido periódicamente grandes incendios que llenan los titulares de los periódicos nacionales. Recuerdo el incendio de una tienda Home Mart en 2010. La empresa había sido adquirida hacía poco tiempo por su competidor, Home Depot;  y tres aseguradoras  (Alliance, Chubb y Tokio Marine)  habían emitido la póliza en coaseguro. Recuerdo a Shinichi Hara, a la sazón director general  de Tokio Marine, anunciando en tiempo real la ocurrencia del incendio, el cual se manifestaba en una enorme columna de humo que podía verse  desde los ventanales de las oficinas de la aseguradora. “Somos aseguradores, y para pagar siniestros estamos”, comentaba el señor Hara    con orgullo japonés. El ajuste no fue un proceso suave, y   más tarde puso a prueba la serenidad del oriental. Pero ésa  es otra historia.

El incendio de la Guardería  ABC, en Hermosillo, Sonora, el 5 de junio de 2009, muestra la importancia de entender y manejar los factores de riesgo para prevenir y, en su caso, reducir las pérdidas humanas y daños provocados por un incendio.

La guardería se encontraba ubicada junto a una bodega de la Secretaría de Hacienda del gobierno del estado de Sonora. En esa bodega se encontraban bajo resguardo cinco toneladas de documentos, placas y tres vehículos. De acuerdo con  la versión oficial, en la bodega se sobrecalentó un sistema de enfriamiento, lo cual fundió el aluminio del motor; fragmentos en llamas cayeron sobre los documentos y provocaron el incendio, que se propagó a la bodega y de ahí pasó a la guardería, donde 176 niños dormían la siesta. Las llamas fundieron el poliestireno aislante del techo; el fuego y vapores tóxicos invadieron el área.

La guardería no contaba con detectores de humo ni extintores; tampoco  existían   salidas de emergencia.

Cuarenta y nueve  niños murieron, la mayoría por asfixia. Ni rescatistas ni  paramédicos ni  policías ni  educadoras   pudieron ingresar al lugar. Los  vecinos derrumbaron una barda utilizando una camioneta, y algunos niños se salvaron por esta heroica acción.     

Algunas conclusiones pueden elaborarse con base en lo ocurrido en el Office Depot, en la Guardería  ABC y también en incendios menores. En un solo día,  el 5 de marzo de 2022, los bomberos apagaron cinco incendios en   Ciudad de México; el 2 de marzo de 2022  apagaron dos incendios en Tlajomulco, Jalisco: un departamento deshabitado y una vivienda donde quedaron atrapados una mujer y tres menores. El 1 de marzo  murieron dos familias por un incendio. Abrieron la llave de  la regadera, pero fue inútil.

El triángulo del fuego está formado por una fuente de calor donde se detona la energía que activa el fuego, material combustible y oxígeno, que permite su combustión. En el caso del Home Mart, un altar dedicado a la Virgen de Guadalupe, en el comedor de las instalaciones, provocó el incendio. Fuente de calor: la veladora;  mucho material combustible, como papel, cartón y madera; y oxígeno abundante en la nave industrial formaron la combinación del desastre. El vigilante y la Virgen se fueron a dormir, y el incendio acabó con todo.

En el caso de la Guardería  ABC, el fuego se originó por la falta de mantenimiento del sistema de aire acondicionado. No hubo alarma que alertara a los vigilantes, si es que había alguno. El material combustible fue papel, sin resistencia alguna a la acción de las llamas. La guardería no contaba tampoco con alarma de humo  ni   con sistemas de protección que permitieran combatir el incendio. Por supuesto, aún con hidrantes y extintores habría  sido imposible extinguir un incendio que se había extendido desde la bodega vecina. Con suficientes salidas de emergencia y un protocolo de evacuación practicado con frecuentes simulacros, el número de niños fallecidos podría haber sido significativamente menor.

Existe una sigla  que permite evaluar la situación del riesgo de incendio  para un edificio  en particular. La sigla  es MCOPE. La M se refiere al Manejo administrativo, es decir, orden y limpieza, formación y capacitación de brigadas, protocolos para evitar que un descuido active un incendio y otras; la C, al tipo de construcción, sea concreto, madera, acero u otro material; la O, a la ocupación, sea una carpintería, una fábrica de plásticos o una fábrica de mármol o varilla; la P, a la  protección, desde detectores de humo hasta rociadores automáticos, hidrantes y extintores; y la E, a la  exposición, es decir, la situación de los edificios colindantes, como el caso de la bodega con documentos donde se originó el incendio que acabó con la Guardería  ABC.

En   casa es conveniente que pongamos  en acción el esquema MCOPE:

¿Está nuestra casa limpia y ordenada?

¿Tenemos los solventes almacenados en recipientes metálicos y guardados en un lugar alejado de las fuentes de calor?

¿Saben los miembros de la familia cómo proceder en caso de   incendio?

¿Hemos definido protocolos para verificar que no se quede abierto el gas en estufas  u otros artefactos?

¿Desconectamos los aparatos eléctricos cuando salimos de casa?

¿Contamos con extintores o,  en caso de edificios, con hidrantes? ¿Sabemos manejar un hidrante y un extintor?

¿Adquirimos e instalamos detectores de humo y su alarma?

¿Tienen los vecinos llave de nuestra casa para poder entrar en caso de   incendio?

¿Han tomado los vecinos medidas similares a las nuestras y cuentan con los equipos requeridos?

Los grandes incendios llegan a las noticias, pero ocurren a diario muchos incendios pequeños      de los cuales no nos enteramos, con lo cual se genera la falsa impresión de que un incendio es algo extraordinario.

Las medidas necesarias para prevenir la ocurrencia de un incendio o para minimizar daños personales y materiales si llega a ocurrir el evento  son baratas y fáciles de implementar.

Dejemos  de pensar irresponsable e ingenuamente: “A  mí   no me va a ocurrir”. Sí pasa.

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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