El cambio climático es una realidad que preocupa a todo el mundo, pues con el paso de los años ha traído consigo catástrofes naturales cada vez más potentes y peligrosas en diferentes partes de la tierra, además de que se augura que en el futuro -no tan lejano- estos desastres tendrán impactos tan negativos que en algunos casos serán irreversibles (como las sequías o el derretimiento de los polos).
Ante este panorama y cumpliendo uno de los principales propósitos de su existencia -que es ayudar a mitigar los riesgos-, la industria aseguradora debe preparar cuidadosamente iniciativas de resiliencia operativa y estratégica que impulsen el cuidado del medio ambiente alrededor de todo el orbe.
Cómo la industria de seguros puede apoyar los objetivos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, es el artículo hecho por AIR Worldwide, empresa de soluciones de modelado de riesgos, en el que se trataron los puntos anteriores y se resaltó la importancia de la participación del gremio dentro de la 26 Conferencia Anual de las Partes, (COP26), que es la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (CMNUCC), a celebrarse del 1 al 12 de noviembre de este año.
“Si bien en la COP26 no habrá una respuesta definitiva ante los desafíos que enfrenta nuestro planeta, servirá como catalizador para acercar a los gobiernos, los organismos reguladores y la industria aseguradora para trabajar en conjunto y formalizar técnicas para medición del riesgo del cambio climático”, señaló AIR.
Asimismo, teniendo en cuenta la naturaleza tan cambiante del clima y el estado actual de la práctica de modelos para estudiarla, las partes involucradas (aseguradoras, reaseguradoras y reguladores) deben alinearse con los objetivos de hacer análisis constantes sobre el cambio climático.
La solucionadora de riesgos comentó que hoy más que nunca las compañías aseguradoras tienen la tarea de compartir sus conocimientos adquiridos con el paso de los años para ayudar a crear soluciones integrales de evaluación de peligros pues se necesitan enfoques cuantitativos y cualitativos para poder tomar decisiones a corto plazo que apoyen a la planificación estratégica a largo plazo.
Por otra parte, tanto el seguro como el reaseguro se encuentran en una posición única para crear incentivos con visión de futuro y soluciones innovadoras para evaluar de mejor manera los riesgos agudos (tales como las precipitaciones extremas y los incendios forestales), así como los contingencias crónicas (como la reducción de los rendimientos de los cultivos).
AIR concluyó que la recopilación de datos sumado al buen manejo de diferentes tecnologías es un parteaguas que ayudará en gran medida a la mitigación del riesgo climático y en apoyar al sector público a mejorar los estándares de calidad y políticas de construcción, aumentar la resiliencia y contrarrestar pérdidas futuras, por lo que colaborar con los actores principales para desarrollar mejores formas de gestionar y reducir la incertidumbre ante el tema, será la mejor solución para el futuro.