- A RIESGO PROPIO
Por: Bernardo Olvera Bolio
¿CUÁNTAS ASEGURADORAS llevan seguros sin reservas técnicas, particularmente en los ramos de Daños? Las operaciones de seguro de Daños requieren importantes bases técnicas sustentadas en estadísticas que permitan determinar la frecuencia y severidad de los riesgos cubiertos.
SI UNA ASEGURADORA no constituye ese tipo de reservas, estará en un grave problema de insolvencia. Tendrían que cubrirse con inyecciones a capital o algún otro mecanismo caro e impráctico. No obstante, ya se pueden ofrecer seguros sin tal exigencia financiera.
EL TEMA NO ES DEL TODO NUEVO. En n México ya existe un buen número de esquemas de aseguramiento sin reservas técnicas o matemáticas. Seguros a la vida, al desempleo, a la salud, a la educación o a la vejez. Todos estos “seguros” son más bien programas sociales que gobiernos de derecha, izquierda, centro, progresistas, de minorías y demás modalidades han venido otorgando con dos objetivos primordiales: popularidad y aceptación clientelar para obtención de votos y, de paso, cierto beneficio social.
LO PRIMERO: tal estrategia sirvió para conseguir algunos votos en los últimos 18 años, pero la población no sólo se está vacunando en sus preferencias contra esa clase de ofertas. Ahora, lejos de apreciar el valor hipotético de tales beneficios, todo el mundo se siente con el derecho de exigir a papá gobierno que le asegure o le pague siempre que le ocurra una desgracia o una situación adversa. Esto sobre el supuesto de que “pagan sus impuestos” y con ello adquieren todos los derechos de subsidio que a usted se le puedan ocurrir. Lo malo es que un altísimo porcentaje de esos exigentes no paga impuestos; por ejemplo: el comercio informal, los ambulantes los taxistas y otros que de inicio ya cuentan con la exención de impuestos.
LO SEGUNDO: algunos beneficios se han visto cristalizados y cumplen medianamente con su función. Digo medianamente porque la oferta gubernamental se hace con tal bombo y platillo que los ciudadanos se desilusionan cuando se enteran del monto que les corresponde…, y entonces se quejan del p… gobierno miserable. Este asunto es típico de la idiosincrasia nacional, pero, bueno, no es el motivo del tema que está en la mesa.
LO TERCERO: los fondos (que no reservas) que se constituyen suelen ser manejados con una claridad opaca. Con alguna frecuencia se tiene noticia de desvío de dichos fondos para cuestiones electorales o para el enriquecimiento inexplicable de algunos de los que se encargan de administrarlos o de los jefes de éstos.
DE MODO QUE ESOS SEGUROS resultan un negocio redituable en muchos sentidos, ya que son de utilidad para que innumerables políticos “se vean bien” dentro y fuera del país. Sirven para generar algunas riquezas y, finalmente, para tener menos enojados a los gobernados. Cada vez que se ofrece, les echan en cara todos los beneficios que papi gobierno les “regala”. Todo a costa de la minoría de mexicanos que sí pagamos impuestos.
¿Y LOS SEGUROS PARA RIESGOS CATASTRÓFICOS, esto es, los de riesgos hidrometeorológicos y terremoto? Estos seguros tienen mención especial en México y en prácticamente todo el mundo, ya que entran en juego las reservas locales y las de los reaseguradores, asunto un tanto más complejo que los locales. Para ello se llevan estadísticas especiales enfocadas en determinar los cúmulos de riesgo por país y región, y de ahí se derivan todos los aspectos técnicos necesarios.
EN ALGUNOS PAÍSES, como Japón, los seguros de terremoto son obligatorios, y la aseguradora que los toma es del Estado.. Ahí se cobran primas, y eso es lo que alimenta las reservas técnicas para el caso. En algunas regiones de ese país, las primas tienen una porción subsidiada por el propio Estado.
EN DICHOS PAÍSES, LOS RIESGOS CATASTRÓFICOS son sumamente vigilados, ya que los destrozos suelen ser fatales, al grado de dejar sin patrimonio a cientos o miles de familias. Se suele aplicar un coaseguro, esto es, no cubren el 100 por ciento de los daños, y pagan una comisión mínima o nula, ya que toda la prima se destina a la constitución de las multicitadas reservas.
EL SEGURO DE TERREMOTO SIN RESERVAS YA SE INAUGURÓ EN MÉXICO. Es un discurso barato que el gobierno de CDMX ya lanzó aprovechando el ánimo de la población respecto de ese temible riesgo. Nuevamente, se trata de un fondo que será alimentado en principio por el Fonden… ¿Y después?… Sabrá Dios por quién. El caso es que Mancera y Asociados ENR lo ofrecen graciosamente como si fuera gratis y de sus propios bolsillos. No hay un cálculo técnico y sí una nueva carga a los impuestos, de donde sale todo el gasto público.
CON ESA NOVEDAD otra vez se utiliza el nombre “seguros” a un fondo que carece de todo rigor técnico y que en teoría está reservado para las actividades reguladas sobre el asunto de los riesgos. Por otra parte, esa usurpación sigue fortaleciendo la idea de que los seguros no hay que comprarlos, los da el Gobierno, y son gratis, lo que, lejos de generar conciencia y cultura de prevención, abona a la campechana postura de “Si algo pasa, el Gobierno DEBE apoyarme”, seguido de un tímido “Pues para eso pagamos impuestos”.
¡FELICIDADES A LA POBLACIÓN! Lo que se ha propuesto a tantos gobiernos estatales y municipales respecto de un seguro a quienes vayan al corriente en el predial, lo que incrementa la recaudación y la cultura del pago de impuestos pero que tendría costo para cubrir primas y generar reservas, ya les fue regalado por un nuevo capricho mesiánico, pero esta vez no fue de “ya sabes quién”, sino de su mejor émulo, quien, al anunciar la medida, dice que es nuevo y que dejará boquiabiertos a los gobiernos de todo el mundo (ni siquiera sabe que seguros similares ya existen en más de un estado de la república). Amén.