Desde diciembre de 2018 hasta el 2024, el salario mínimo en México ha mostrado una recuperación de su capacidad de compra real del 26 por cidnto. Sin embargo, los ingresos superiores al salario mínimo no han experimentado la misma tendencia positiva, según el informe de WTW titulado Transformación salarial y de capacidad de compra de los sueldos.
De acuerdo con el estudio, al comparar la capacidad de compra de 2018 con la de 2024, se observa una disminución en el poder adquisitivo en distintos niveles de ingreso: el personal operativo con ingresos superiores al salario mínimo ha visto una reducción del 19 por ciento; los profesionistas, del 25 por ciento; los gerentes medios, del 36 por ciento; y los directivos, del 32 por ciento.
Jorge Romero, director asociado de Work & Rewards México, comentó que la percepción individual de la capacidad de compra puede variar debido a factores personales y familiares.
Por otra parte, datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indican que el salario mínimo es percibido por el 39 por ciento de los trabajadores en México, quienes, en teoría, deberían haber experimentado una mejora del 26 por ciento en su capacidad de compra.
No obstante, Romero señala que el aumento salarial en los niveles más básicos debe ir acompañado de mayor productividad y crecimiento económico para evitar efectos inflacionarios que impacten a otros segmentos de la población.
Entre 2018 y 2024, el salario mínimo general creció un 142 por ciento, pasando de 102.69 a 248.93 por ciento, a un ritmo promedio de 13.5 por ciento anual. En contraste, los sueldos por encima del salario mínimo aumentaron un promedio de 37.73 por ciento en el mismo periodo, a una tasa anual de 5.5 por ciento, frente a una inflación acumulada del 39.4 por ciento.
El análisis de WTW se basa en datos de 2.1 millones de trabajadores, distribuidos de la siguiente manera: personal operativo (59.5 por ciento); profesionistas, (35.4 por ciento); gerencia media, (5.0 por ciento); directivos, (0.1 por ciento).
Este estudio subraya las variaciones en la capacidad de compra percibida, que dependen de factores como el nivel salarial y los hábitos de consumo individuales.