A veces la vida presenta coincidencias que pueden parecer curiosas y que a la vez confirman que, cuando un camino se cierra, otro se abre para quien es capaz de ver más allá de lo aparente de los momentos difíciles. Por ejemplo, Rodolfo García llegó a seguros al ser despedido del grupo en el que trabajaba. Aquello fue en la crisis de 1994. Su padre también arribó a este sector después de la crisis de 1982, que lo obligó a dejar la actividad bancaria.
Hoy Rodolfo García es gerente general de Quálitas en Perú, la más reciente aventura de la corporación liderada por Joaquín Brockman, que en México ha marcado la pauta en materia de seguros de Automóvil. Originalmente profesional de la comunicación y habiendo trabajado en distintos medios, al llegar a la industria aseguradora García lo hizo como agente, una experiencia que sin duda lo llevó a conocer los recovecos de este quehacer.
Con 50 años de edad y 20 en la compañía, Rodolfo García asume la responsabilidad máxima de Quálitas como premio, diríase, a su interés por los asuntos de Quálitas, sobre todo cuando fue gerente de esta firma en Irapuato, Guanajuato y León, ciudades donde conoció el esquema de negocios de esta aseguradora y que deberá reproducir en el mercado andino, de 1,300 agentes y 2.6 millones de vehículos.
“Me encantan los retos”, afirma García, diciéndose encantado, también, de conducir a la única aseguradora mexicana de carácter internacional que incursiona ahora en un mercado como es el peruano, siendo Lima la puerta de entrada desde donde deberá expandirse a otras ciudad siguiendo un modelo que ha sido exitoso, todo ello luego de haber adquirido HDI Seguros en aquel país.
¿Cómo llegó García a la gerencia general de Quálitas en Perú? Comenta que en octubre de 2018 Joaquín Brockman lo invitó a viajar con él para explorar la compra de una aseguradora, en un mercado con seis empresas generalistas que también cubrían Autos, además del SOAT, seguro obligatorio que se clasifica en Accidentes Personales. Luego de eso recibió la propuesta, que gustoso aceptó.
“Creímos que podíamos hacer la diferencia con nuestra especialización, y en eso estamos trabajando: el hecho de que Autos sea operado sin mayores diferenciaciones facilitará que aportemos elementos que mejoren la imagen de las aseguradoras ante corredores y público y dejen de verlas como entidades que hacen todo para no pagar o pagar menos de lo que procede”.
Y prosigue de esta manera: “Para hacer la diferencia, la especialización nos va a ayudar. Hoy no existen mayores diferenciaciones: todas las aseguradoras manejan el mismo producto. De ese modo, el mercado del mundo se inclina por el precio a la hora de la compra. Habrá que hacer ver, mediante la transparencia en los procesos, que asegurados y terceros pueden confiar en la respuesta de las organizaciones”.
Queremos dejar en claro, recalca Rodolfo García, que una aseguradora como Quálitas está para pagar los siniestros, sembrando la conciencia de que los recursos que la compañía maneja son de los asegurados y que estamos para hacer rendir ese dinero, facilitándoles todas las cosas y, sobre todo, ubicándonos cerca de ellos, con oficinas locales en las principales ciudad del país.
No se trata de inventar el hilo negro, dice García, quien añade que, adecuándose a las condiciones propias de aquel país, se trata de reproducir allá el modelo que ha sido exitoso en México, que tiene como eje ayudar a los corredores a incrementar sus ventas con un trato distinto y busca impulsar su crecimiento con una estrategia que ha probado su efectividad.
Es consciente García de que habrán de revisar algunos aspectos, pero cree que todo será para bien porque la aseguradora llega para aportar y también para aprender y, de ese modo, traducir tal actitud en mejoras que beneficien a corredores y asegurados, en la medida en que, resalta, consideramos que no hay malos riesgos, sino solo malas tarifas.
El tamaño del mercado, estimado en 2.6 millones de unidades, equivale a 10 por ciento del mexicano, que es más grande que los de El Salvador y Costa Rica, en los cuales Quálitas ya tiene presencia. Por ese tamaño, García confía en que podrá experimentarse un crecimiento más rápido, tomando en cuenta que allá muchos vehículos nuevos salen de las agencias sin seguro.
Lo anterior obliga, señala, a esforzarnos por crear una cultura del seguro para los dueños de esos autos, comprados sin financiación automotriz, para que protejan ese patrimonio y sus responsabilidades, pese a que el riesgo de robo es menor que en México. Eso implicará, dice, hacer de cada evento una experiencia de atención para el asegurado y para terceros dañados, clientes potenciales de las aseguradoras.
En un principio, la atención de los siniestros se ha brindado usando motocicletas; no obstante, la idea es que los “qualicoques” se conviertan en sinónimo de tranquilidad desde su llegada, por ser los que saben y acuden para ayudar a resolver la situación. Para ello se decidió incorporar desde México a personas experimentadas en atención de siniestros.
“¿Cómo te sientes en Perú”, le preguntamos, y responde: “Desde muy joven yo siempre levantaba la mano ante cada oportunidad de trabajar para la empresa fuera de México. Me siento muy bien, porque se trata de construir allá algo muy poderoso. Es ver cómo se pasa del boceto a la realidad cotidiana. Inspira el reto de tener que marcar una diferencia y poner en alto no solo el nombre de Quálitas, sino también el de México, de los mexicanos. Todo ello con la disposición de aportar lo mejor y de aprender”.
Toca entonces Vivir Seguros con una nueva y alentadora perspectiva.