La digitalización está revolucionando a la industria aseguradora, ofreciendo mayor eficiencia y accesibilidad. No obstante, con ello también se asocian algunos riesgos relacionados con el fraude que las compañías deben prevenir.
De ahí que, RGA Reinsurance Company se dio a la tarea de efectuar su 11° Conferencia Anual sobre Fraude desde el 15 al 17 de agosto del presente año de manera virtual, con el objetivo de promover las mejores prácticas que permitan a la industria aseguradora contener dicho flagelo.
Las compañías no pueden darse el lujo de esperar. Por ello este tipo de actividades académicas impulsar la proactividad en la implementación de medidas de prevención del fraude para salvaguardas sus operaciones y proteger a los asegurados.
Durante los tres días de conferencias, se instó a invertir en tecnologías que autentiquen identidades de manera eficiente sin interrumpir el proceso de ventas y aprovechar métodos avanzados como la biometría, que mejoran la seguridad sin comprometer la experiencia del cliente.
Los expertos mencionaron algunos esquemas de fraude como estafadores que fingen ser alguien que son o que intentan extraer datos personales de los sistemas front-end en toda la web. Por ello, las compañías deben emplear una combinación de herramientas que sobresalgan y sean fáciles de implementar.
Entre las mejores prácticas para la prevención del fraude, se recomendaron las siguientes: robustos procedimientos de autenticación, análisis de datos avanzado, auditorías de seguridad periódicas, educación y sensibilización, y colaboración e intercambio de información.
Por último, los especialistas de RGA Reinsurance Company exhortaron a la industria a adoptar un enfoque con visión de futuro y crear marcos que puedan adaptarse a circunstancias imprevistas.
En su opinión, el panorama regulatorio está en constante evolución y las compañías deben asegurarse de que sus herramientas de prevención de fraude puedan seguir el ritmo de las regulaciones cambiantes en diferentes jurisdicciones. Además, tendrán que adelantarse a los estafadores requiere la identificación proactiva de posibles vulnerabilidades y el ajuste de las reglas y los flujos de trabajo en consecuencia.