El mayor desafío que tendrá que sortear México a raíz de la crisis sanitaria que provocó la COVID-19 estriba en revertir el crecimiento explosivo que registró la informalidad en el sector laboral, afirmó Pedro Américo Furtado de Oliveira, director de la Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba.
Furtado de Oliveira indicó que es necesario que en México autoridades, empresarios y sindicatos trabajen con cohesión; de tal manera que los compromisos ratificados por el Estado, se transformen en políticas que reduzcan el 56 por ciento de trabajo informal que ya existía previo a la pandemia, todo ello con el objetivo de que dicho flagelo no cause consecuencias económicas aún más graves en los estratos más vulnerables de la población.
Aunado al combate a la informalidad, el funcionario de la OIT apuntó asimismo que es imperativo recuperar los empleos perdidos durante 2020. Para conseguirlo, planteó examinar las prácticas de los sectores productivos que más han empleado a capital humano, incluso en el marco de la crisis sanitaria que desató la COVID-19; de modo que, añadió, se analice a profundidad cómo han transformado la coyuntura sanitaria en una catalizador para generar ofertas laborales dignas e inclusivas.
“La COVID-19 es una oportunidad que México debe aprovechar para cerrar brechas digitales, generar políticas que regulen el teletrabajo y conseguir reivindicaciones sociales sobre el trabajo doméstico, medidas indispensables que permitirán que existan más personas en este país que gocen de un empleo decente y sostenible”, concluyó Furtado de Oliveira.