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Revela KPMG señales de alerta ante fraudes digitales

Por: Alma G. Yáñez Villanueva @pea_alma

El aumento en las compras digitales trae consigo nuevos riesgos, ya que las tácticas de fraude en línea se han modernizado y son más difíciles de detectar. 

En este sentido, Jefferson Gutiérrez, socio Líder de Asesoría en Tecnología Forense de KPMG México, destaca cuatro estrategias de fraude para mantenerse alerta:

Suplantación digital: Los estafadores crean réplicas casi idénticas de plataformas comerciales reconocidas, imitando la experiencia del usuario de sitios legítimos y modificando sutilmente el dominio en los URL,[3] por ejemplo: “.shop”, “.store”, “.mx.net”, entre otros, además de implementar elementos de seguridad tradicionales para parecer más confiables. 

Sistemas de preventa: Los estafadores aprovechan la demanda de productos populares para ofrecer reservas anticipadas con supuestas políticas especiales, respaldadas por comprobantes de depósito de otros compradores y testimonios falsos en redes sociales.

Perfiles temporales en marketplaces: Las tiendas de temporada han evolucionado hacia la creación de perfiles temporales en plataformas de e-commerce. Los estafadores construyen una reputación positiva durante meses mediante la venta y compra de productos pequeños para acumular buenas calificaciones y, cuando llega el Buen Fin, estos perfiles ofrecen productos costosos con grandes descuentos; una vez que los pagos son recibidos, los vendedores desaparecen.

Hipersegmentación: Los defraudadores analizan los hábitos de navegación y las preferencias de consumo para crear ofertas personalizadas, utilizando la información pública compartida en redes sociales por los consumidores para hacer que sus propuestas parezcan recomendaciones legítimas de amigos o influenciadores.

 Jefferson Gutierrez también compartió algunas señales de alerta que pudieran indicar interacciones con comercios fraudulentos:

  • Cuentas regresivas que se reinician al volver a cargar una página web
  • Mensajes de urgencia como: “Última oportunidad” o “¡Cómpralo ya!”
  • Cambios sutiles en el nombre del comercio, el sitio web y los métodos de pago
  • Uso de cuentas bancarias personales para procesar pagos de operaciones comerciales
  • Reseñas positivas en redes sociales que parecen haber sido escritas por la misma persona o con similitudes de contenido en diferentes intervalos de tiempo
  • Enlaces a sitios web que redirigen a múltiples páginas, dificultando identificar el producto o al vendedor
  • Políticas de devolución confusas
  • Información de contacto limitada a formularios web o cuentas de redes sociales

Por otro lado, los negocios participantes en este evento también pueden ser víctimas de estafadores. Los fraudes más comunes incluyen: suplantación de marcas en redes sociales, creación de sitios web falsos y compras realizadas con métodos de pago fraudulentos. Por lo tanto, es necesario revisar de manera regular cómo aparece el nombre de la marca en línea, implementar métodos seguros de verificación de pagos y mantener una comunicación clara y transparente con los clientes sobre los canales oficiales de venta.

“Finalmente, no podemos olvidar que si algo es demasiado bueno para ser verdad, quizá no lo sea”, finalizó Gutiérrez.

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