La inclusión financiera es fundamental para el crecimiento económico del país y el acceso a sus servicios es la puerta de entrada. Afortunadamente, las brechas en el sector financiero se han reducido, desde el crecimiento en la apertura de cuentas bancarias hasta el uso de diversas formas de pago que disminuyen el uso de efectivo. En esta transición, los agregadores desempeñan un papel primordial, en especial en los municipios más rezagados de México.
Así lo revela información de la consultora KMPG, que detalla que la entrada de agregadores al mercado en nuestro país ha generado un círculo virtuoso que promueve y facilita el acceso a tarjetas de crédito y débito, derivando en un incremento en la adquisición y la confianza en este tipo de productos, además de ofrecer la posibilidad de hacer pagos y cobros mediante plataformas digitales, lo que ha favorecido aspectos como los siguientes:
- Incremento de 10 a 23 por ciento en la penetración de pagos electrónicos
- Aumento de 60 por ciento en el promedio de transacciones por tarjeta activa, pasando de 30 a 48 transacciones
- Crecimiento anual compuesto de 14 por ciento entre 2014 y 2022 en el número de pagos con tarjeta, pasando de 2,130 millones a 6,040 millones
- Alza de 57 por ciento en el número de tarjetas de débito utilizadas para pagar en terminales punto de venta (TPV), al pasar de 53 millones a 83 millones
La información también destaca que, a pesar de los retos y barreras que hoy enfrenta el sector, los agregadores continuarán desarrollándose en un mercado en expansión. En un país que presenta rezagos en la adopción de servicios y productos financieros, el tamaño de la oportunidad es todavía muy grande. Los agregadores de pagos son esenciales dentro de la oferta de servicios y deben fungir como facilitadores para impulsar la competitividad e innovación en el mercado.