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Relación negativa al alza

El Asegurador

La disminución de la esperanza de vida está asociada con la creciente desigualdad de ingresos, sobre todo en economías avanzadas, detalla un informe del Swiss Re Institute. Tan solo en Estados Unidos, la brecha entre el uno por ciento de la población con mayores ingresos y el uno por ciento con menores ingresos creció entre 10 y 15 años.

De acuerdo con el reporte Reformar el contrato social: el papel de los seguros en la reducción de la desigualdad de ingresos, las personas que gastan un mayor porcentaje de sus ingresos en alimentos o combustible, especialmente los hogares de bajos ingresos en mercados emergentes, están en riesgo de pobreza y mala salud ante los altos costos de la vida.

El estudio del Swiss Re Institute indica que “la guerra en Ucrania ha intensificado la crisis mundial del costo de la vida al elevar los precios de los alimentos y la energía cuando la inflación ya es alta”. Estos choques económicos tienen como primera afectación el aumento de la inseguridad alimentaria, ya que una mayor proporción de los ingresos de los hogares se gasta en alimentos, afectando a los segmentos con menor poder adquisitivo.

Décadas de pérdida

Y aunque la problemática no es exclusiva de economías desarrolladas, países como Brasil y China, (consideradas como emergentes), han reportado un crecimiento de su clase media a tasas sin precedentes; mientras que en Estados Unidos el mismo estrato social se ha reducido al pasar de 60 por ciento en la década de 1980 a menos de 55 por ciento en 2018.

En este sentido, el informe precisa que, si la desigualdad de ingresos se hubiera mantenido en los niveles de 1990, en 2019 la industria aseguradora hubiera podido registrar 252,000 millones de dólares más de los reportados. Esto, detalla Swiss Re Institute, con la siguiente estimación: 39,000 millones de dólares por concepto de seguro por pérdidas de Propiedad y Accidentes; y 213,000 millones de dólares en seguros de Vida.

Para Jerome Haegeli, economista en jefe del grupo Swiss Re, la protección del seguro beneficia de forma especial a las personas más vulnerables, ya que ante una situación de emergencia o desastre, las familias de ingresos bajos e incluso medios son susceptibles de caer en pobreza. 

“Al alejar los riesgos financieros de los individuos y aumentar su resiliencia, los sectores público y privado pueden trabajar para reducir la desigualdad”, declara Haegeli.

Digitalización como catalizador

El informe indica que, con las nuevas tecnologías, las aseguradoras pueden utilizar una amplia gama de canales de distribución para ampliar el acceso a la cobertura de seguros. De hecho, Swiss Re Institute estipula que los microseguros reducen la desigualdad y promueven el crecimiento inclusivo a través de productos accesibles para hogares de bajos ingresos.

“La digitalización también desempeña un papel clave en el tratamiento del seguro insuficiente, ya que la innovación puede hacer que los seguros sean más accesibles y asequibles para más personas”, concluye Jerome Haegeli.

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