A pesar de que muchos países están logrando contener la pandemia de COVID-19, empiezan a flexibilizar sus medidas de confinamiento social e intentan reactivar diversas industrias de forma escalonada, la recuperación económica será lenta e incluso algunas actividades no estarán abiertas ni regresarán en mucho tiempo, señaló Laurence Boome, economista jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Boome reconoció que las acciones de algunos países, como Italia, Alemania y España para tratar de reactivar la economía y mejorar el flujo de efectivo e ingresos en las empresas y la población han sido adecuadas; sin embargo, advirtió que el shock económico provocado por la COVID-19 será considerable y difícil de sortear.
El directivo de la OCDE apuntó asimismo que en breve los aparatos productivos y la sociedad en general necesitarán apoyo financieros que tendrán que ser más específicos.
Por último, Boome indicó que en caso de que los gobiernos no logren instrumentar programas adecuados de rescate para las empresas y la población, se correría el riesgo de que muchos trabajadores y sectores queden “durmientes” durante mucho tiempo; por ese motivo, cerró, es vital que se estudien todas las posibilidades para ayudar a los pequeños empresarios, quienes necesitarán recursos económicos para abrir nuevos emprendimientos donde sea necesario, aun y cuando en muchos casos se vean obligados a reestructurar sus modelos de negocio.