La tarea de un promotor de seguros es vital para contribuir a que la fuerza de ventas se mantenga creciendo y llegando cada vez a más personas y, lo más importante, orientándolas sobre cómo cuidar y hacer crecer su patrimonio.
La pandemia generó cambios importantes en la vida en general, de manera muy notable en la salud y en el uso acelerado de la tecnología. Esto derivó en una mayor exposición digital y en la abundancia de información disponible en redes sociales, respecto a qué y cómo adquirir los más diversos productos, entre ellos, los seguros.
Otro cambio de alto impacto ha sido la llegada de la inteligencia artificial (IA), de la cual han surgido varias interrogantes sobre lo que se espera de nuestro rol y trabajo. En la actualidad, es claro que con esta explosión de información, se requiere, más que nunca, de promotores con habilidades humanas capaces de encaminar a más profesionales a este gran negocio de seguros.
Ante esta situación, quienes nos dedicamos a la formación de agentes de seguros nos preguntamos: ¿qué tan preparados estamos, tanto nosotros, como nuestro equipo, para manejar nuevas tecnologías? ¿Las usamos adecuadamente? ¿Qué está comunicando la marca de nuestra promotoría, nuestra imagen personal, o la de nuestro equipo?
Tales preguntas abren un espacio para la reflexión y para la búsqueda de mejores prácticas en nuestro trabajo, entre ellas, ¿cómo ejecutar mejor nuestras responsabilidades y cómo liderar mejor a nuestros equipos? Pienso que gran parte de la respuesta radica en un concepto clave: la congruencia.
¿Cómo entender el concepto de la congruencia en el promotor al reclutar?
Si eres un promotor de nuevo ingreso, es fundamental que los prospectos puedan ver en ti un modelo cercano de lo que les estás pidiendo como requisitos para unirse a tu promotoría.
Atraemos lo que somos. Esto implica ser el ejemplo vivo de los valores, ética de trabajo y profesionalismo que deseas ver en tu equipo. La autenticidad es clave; si pides compromiso, muestra compromiso; si pides honestidad, sé transparente en todas tus interacciones.
En el caso de un promotor con estructura y un equipo de colaboradores ya establecido, la congruencia debe ser reflejada en cada miembro de tu equipo. Es vital que tu equipo sea #Unmodeloaseguir para los nuevos prospectos y que los deje ejecutar aquellas ideas que tal vez a ti no te funcionaron, pero que forman parte del modelo de aprendizaje y generación de expertise en el equipo. Esto hay que resaltarlo porque la confianza en los colaboradores y en su capacidad para innovar es crucial. Un liderazgo congruente no teme delegar, ni abrir espacios para la creatividad y el crecimiento individual.
Esto lleva a reflexionar acerca de cómo entender la congruencia en el promotor al desarrollar. Tener un equipo exitoso, no sólo se trata de entrenar habilidades técnicas, sino también de fomentar entornos donde los valores y principios que defendemos se practiquen día a día. Un promotor congruente se preocupa por el crecimiento integral de sus agentes, no sólo en términos de ventas, sino también en su desarrollo personal y profesional.
Esto implica proporcionar las herramientas y el apoyo necesarios para que cada miembro del equipo pueda alcanzar su máximo potencial. Ahí es donde la mentalidad juega un papel clave y la congruencia se manifiesta cuando el promotor predica con el ejemplo, mostrando el mismo nivel de compromiso y esfuerzo que espera de su equipo. Además, un promotor congruente es accesible, ofreciendo retroalimentación constructiva y estando disponible para guiar y coachear en momentos clave.
En la era de la tecnología y la IA, la congruencia también implica adaptarse y estar dispuesto a aprender junto a tu equipo. No se trata sólo de implementar nuevas tecnologías, sino de asegurarse de que estas herramientas se utilicen de manera que refuercen los valores de la empresa y mejoren la experiencia, tanto de los agentes, como de los clientes.
Finalmente, conviene indagar sobre cuál debe ser la congruencia en el promotor al consolidar. Lograr un equipo sólido y exitoso es uno de los mayores retos y, al mismo tiempo, una de las mayores recompensas para un promotor de seguros.
La congruencia en esta etapa significa mantener la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, asegurando que los logros y el éxito no desvíen a la promotoría de sus principios fundamentales.
La consolidación, no sólo se mide en términos de metas alcanzadas o números de ventas, sino en la calidad y estabilidad del equipo a largo plazo. Un promotor congruente trabaja para mantener la moral alta, promover un ambiente de trabajo positivo, y garantizar que cada miembro se sienta valorado y parte integral del éxito colectivo.
Al mismo tiempo, la consolidación implica estar siempre abiertos al cambio y la mejora continua. La congruencia en este aspecto se muestra cuando un promotor, a pesar de haber alcanzado ciertos niveles de éxito, sigue buscando formas de mejorar y de llevar a su equipo a nuevas alturas. Es la disposición a adaptarse y a evolucionar sin perder de vista los valores fundamentales, lo que realmente consolida un equipo de éxito.
En resumen, la congruencia es el hilo conductor que une el reclutamiento, desarrollo y consolidación en la labor de un promotor de seguros. Al mantener la coherencia entre nuestras acciones, no sólo fortalecemos a nuestro equipo, sino que también contribuimos a un sector asegurador más sólido y confiable, capaz de responder a los desafíos del presente y del futuro.