En caso de que los sectores productivos y los gobiernos no instrumenten medidas de protección sanitarias rigurosas, es factible que una vez que los trabajadores se reintegren a sus actividades laborales se produzca un segundo brote de COVID-19, un panorama que afectaría considerablemente la supervivencia de los países desde el punto de vista económico.
Así lo afirma la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a través de un comunicado divulgado hoy, en el que señala asimismo que frente al inevitable levantamiento de las medidas de confinamiento en la mayoría de los países, es imperativo que se garantice la seguridad de los trabajadores que retoman sus actividades laborales.
“A medida que los países están relajando las medidas de confinamiento, es necesario que paralelamente se invierta en salud y seguridad en los lugares de trabajo, mediante un diálogo activo entre empleados y empleadores”, afirmó Vera Paquete-Perdigao, directora del departamento de gobernanza de la OIT.
Por lo anterior, la OIT exhorta a los empleadores a que diseñen medidas para garantizar un distanciamiento físico entre trabajadores, clientes y visitantes. Además, considera fundamental que se aumente la ventilación en los espacios corporativos, se lleven a cabo limpiezas periódicas de superficies y se adecuen las instalaciones corporativas; de modo que los colaboradores puedan lavarse las manos constantemente.