Un seguro de Crédito es una herramienta que ayuda a las empresas a que protejan sus cuentas por cobrar, al cubrirlas de que eventualmente alguno de sus clientes no les pueda pagar.
Estos seguros son un producto Business to Business (B2B) del que se pueden beneficiar pequeñas, medianas y grandes empresas, así como personas físicas con actividad empresarial que den a crédito sus productos o servicios a otras compañías o empresarios.
Las empresas de todos los sectores son susceptibles de contar con estos seguros, servicios, industria, comercios, o de cualquier rama productiva, exportadoras o importadoras, ya que cada negocio puede tener su propia solución de seguro de Crédito tanto para el mercado nacional como para con sus clientes en el exterior.
En todos los ciclos económicos es importante que las empresas cuenten con un seguro de Crédito, pero se vuelve una herramienta excepcional cuando hay incertidumbre económica o dificultades financieras en las empresas.
¿De qué se trata este tipo de seguros? Una empresa, a la que se le llamará asegurado, contrata una póliza que lo cubrirá del riesgo de que uno de sus clientes no le pague, es decir, lo protegerá en caso de un impago.
En el escenario de una mora prolongada de pagos, a la empresa asegurada se le cubrirá el retraso de pago en que incurra el cliente (insolvencia de hecho del comprador) y el saldo de los contratos pendientes en caso de quiebra de la empresa (insolvencia de derecho).
Cuando una empresa proveedora compra un seguro evita un efecto dominó ocasionado por un impago de su cliente, porque la aseguradora le garantiza el pago y así evitará problemas de flujo.
Podemos decir que el seguro de Crédito tiene tres beneficios muy claros:
Prevención: La empresa tiene la certeza de que la aseguradora le garantizará el pago de sus clientes, previamente determinando un riesgo máximo a cubrir, así como con el servicio de monitoreo de la solvencia de los clientes durante toda la vida de la póliza.
En el momento que lo crea conveniente, el asegurado puede incluir nuevos compradores y hacer uso del servicio de análisis de la aseguradora para verificar la solvencia de sus futuros clientes.
Cobranza: Una vez que la empresa asegurada dé aviso de un retraso en los pagos de un cliente, la aseguradora se encargará de todas las gestiones de cobranza, tanto en la fase “amistosa” como en el momento de la demanda judicial, de ser necesario.Indemnización: La empresa contratante del seguro de Crédito recibirá el pago en un máximo de 150 días después de avisarle a la aseguradora, hasta un 90 por ciento del monto del crédito cubierto.