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Propuesta de AMLO de elevar pensiones al doble, viable, pero incompleta: actuarios

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* No incluye componentes esenciales que resuelvan el problema integralmente
* Pensiones universal, básica, SAR y fomento al ahorro, los pilares esenciales
* La AMAC se dice lista para proponer el Sistema Nacional de Pensiones
* Necesario, crear el Instituto Nacional de Pensiones que coordine todo lo relacionado
Por: Luis Adrián Vázquez Moreno
@pea_lavm
Elevar las pensiones al doble, tal como propone el esquema de trabajo del próximo Gobierno de México que presidirá Andrés Manuel López Obrador, es totalmente viable, incluso trascendente, pero un afán incompleto, porque deja fuera tres de los cuatro componentes esenciales que facilitarían ofrecer una verdadera solución integral, y no parcial, de este problema tan agudo para la sociedad.
Así lo advirtió Verónica González, integrante de la Comisión y Difusión de la Práctica Actuarial de la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores, A.C. (AMAC), quien agregó que, más allá de soluciones parciales, en este país urge la implementación de un Sistema Nacional de Pensiones cuya administración dependa de un instituto nacional especializado en la materia, que le dé mayor cohesión, enfoque y dinámica a todo lo relacionado con este tema.
En entrevista, Verónica González, acompañada por Roberto Rocha y José Muriel, también integrantes de dicha comisión, señaló que desde hace aproximadamente un año la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores, A.C. (AMAC) ha estado trabajando en el desarrollo de la propuesta denominada Sistema Nacional de Pensiones, proyecto que justamente incluye el objetivo al que aspira Andrés Manuel López Obrador, pero que además agrega pilares fundamentales que resolverían el problema de manera integral.
La actuaria Verónica González indicó que, primeramente, es necesario que en México haya un verdadero sistema de pensiones, y no solo un sistema de ahorro, y en ese aspecto la diferencia es grande: lo que un sistema de pensiones hace es estructurar todo el financiamiento y el proceso para poder otorgar pensiones vitalicias a los jubilados, mientras que un sistema de ahorro solamente permite eso, ahorrar, para que, al retirarse, el jubilado lo reciba y lo destine para lo que le alcance.
En la actualidad, lo que sucede en las afores es que las personas que trabajan en la economía formal aportan de manera obligatoria el equivalente a casi un mes de su sueldo al año. En ese tenor, el tema se complica, ya que si la gente dura 40 años aportando, garantiza 40 meses de su sueldo.
En tal sentido, si hipotéticamente lograra intereses espectaculares y duplicara su dinero, tendría 80 meses de su sueldo. Pero ¿qué tal si vive 180 meses?: resulta que no le alcanzará o no recibirá siquiera un mes de su sueldo hacia el último tramo de vida, lo que mermará drásticamente su bienestar, explicó González.
Precisó: Lo que propone la AMAC es lo siguiente: fijémonos en que hay personas que van a ganar toda la vida el salario mínimo, en tanto que otras lo incrementarán conforme progresen en su trabajo. Entonces tenemos que implementar un modelo que atienda a la mayor parte de la población (que durante toda su vida percibirá entre uno y cinco salarios mínimos) pero que también evite marginar a la población que tiene mayores ingresos. El objetivo es dar solución a toda la población, independientemente de si sus integrantes están en el sector formal o informal..
Se intuía fácilmente el componente de pensión universal dentro del planteamiento de López Obrador, porque en su momento él fue quien empujó la pensión universal para el Distrito Federal, programa que prácticamente consiste en una pensión asistencial básica, en cómo medio ayudas a las personas que no tienen”.
En México teníamos la pensión universal que da la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), equivalente a 680 pesos al mes, que, la verdad, no te garantizaba nada; y, en ese sentido, la propuesta de la AMAC que coincide con la del nuevo Gobierno, es tener una pensión universal, pero por lo menos del salario básico alimentario que fija el Consejo Nacional de Población (Conapo), y que actualmente obtienen solo aquellos que no reciben ninguna otra pensión. La diferencia con esta variable es que la llegaran a recibir todos los adultos mayores, sin distingo, en opinión de la actuaria.
Otra pregunta sería: ¿de dónde saldrán los recursos? La respuesta es que al tratarse de una pensión universal, a este componente se le llama no contributivo; es decir, las personas no están aportando recursos para lograr una pensión, sino que la obtienen del financiamiento público, abundó.”.
En la AMAC, —señaló Verónica González— nos dimos a la tarea de calcular el costo de toda la población de más de 65 años de aquí a 100 años. La trajimos a valor presente, y el recurso que se necesita es equivalente a 0.82 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
“Estamos listos para reunirnos con el próximo secretario de Hacienda para hacer de su conocimiento todos los cálculos en cada uno de los componentes que debe incluir el Sistema Nacional de Pensiones, a fin de contribuir a que tenga un panorama integral, y luego decida de dónde va a obtener sus recursos. La idea sería sustituir los 14 planes asistenciales que actualmente hay en México e integrarlos en uno solo”, apuntó González.
Es por eso por lo que la AMAC maneja como propuesta que se consideren los cuatro componentes esenciales que requieren las pensiones. Somos el único país que está fuera de contexto en este sentido y, por lo tanto, México necesita, en primer lugar, que sea universal, para lo cual ya tenemos el cálculo y la idea; solamente faltaría que el nuevo Gobierno determine cómo va a redistribuir su presupuesto”.
Segundo: recuperar la pensión básica. La idea es que al menos los afiliados que se registren ante el Sistema Nacional de Pensiones, que ganen entre uno y cinco salarios mínimos, pudieran recibir una pensión de por lo menos 70 por ciento de su último sueldo, y el resto mediante una pensión básica proveniente de un sistema de beneficio definido en el que procede crear un fondo solidario, existente en Chile y Colombia, así como en otras partes del mundo, y a través de él pagar las pensiones que se van generando.
El tercer componente implica continuar con el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), tal como lo conocemos; y el cuarto componente sería fomentar el ahorro voluntario, que consiste en jugar con todo lo que hoy en día existe en el sector financiero para que todos aquellos que ganan más de cinco salarios mínimos puedan obtener una tasa de reemplazo mucho más efectiva, pero eso depende 100 por ciento del individuo.
Verónica González reiteró que para que exista cohesión en el esquema nacional de pensiones es necesario impulsar la creación del Instituto Nacional de Pensiones, que se encargaría de supervisar que todo funcione adecuadamente y de emprender las campañas pertinentes relacionadas con el fomento a la cultura del ahorro.
Eso urge porque, si llega el momento en que haya más viejos que jóvenes, y estos viejos no tienen recursos para su subsistencia, ¿adónde se irá el consumo de este país? Es por eso por lo que la solución a las pensiones debe ser integral. El gran reto es ver cómo seguimos generando consumo en México, porque este factor es en extremo importante para continuar produciendo empleo y productividad; y, si nos conformamos con que las pensiones del país solo alcancen para comer, pues entonces eso luce muy complicado.
Lo ideal sería concretar el proyecto de implementación de un Sistema Nacional de Pensiones, pero coordinado integralmente por un instituto que específicamente se dé a la tarea de administrar y desarrollar todo lo relacionado con la creciente necesidad de proveer una pensión a todos los que en esa etapa de la vida necesitan recursos para sobrevivir.
Podría ser genuinamente molesto para todos los contribuyentes que pagan mes con mes sus impuestos que el franelero de la esquina o aquella persona que trabaja fuera de la economía formal se beneficie de una pensión; sin embargo, hay otro enfoque de este beneficio, y es que en este barco llamado país vamos todos; y, si no nos preocupamos ahora por que esas personas tengan un recurso esencial para subsistir, en el futuro tendremos no solo gente vieja pidiendo limosna, o muriendo de inanición, sino también delinquiendo, lo que agravará la situación social, advirtió finalmente.

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Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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