La iniciativa de decreto que propuso el Ejecutivo Federal al Congreso de la Unión para que las afores cambien su régimen de inversión y pasen de ser Sociedades de inversión a Fondos de inversión, y a través de eso garanticen la generación de mayores rendimientos para los ahorradores refrenda el interés del Ejecutivo por lograr que las personas reciban pensiones dignas. Un objetivo secundario es abatir los costos de operación de las afores.
No obstante, la medida no debe considerarse como la panacea que resolverá estos antiguos problemas, pues excluye variantes fundamentales que están incluidas en nuestra propuesta del nuevo Sistema Nacional de Pensiones, y las cuales podrían formar parte de los objetivos que el Gobierno pretende en este rubro.
Así lo consideró Verónica González Vázquez, consultora especialista en pensiones e integrante del equipo de trabajo que elaboró la propuesta del nuevo Sistema Nacional de Pensiones, desarrollado por la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores (AMAC), al opinar sobre los cambios sugeridos por el Ejecutivo en torno al cambio de régimen de inversión de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores).
La actuaria señaló que la asociación a la que pertenece insiste en concretar el acercamiento con las diferentes instancias —tanto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público como de los asesores del presidente— con el objetivo de presentarles la propuesta del nuevo Sistema Nacional de Pensiones y tratar de que el Gobierno consiga estructurar de la mejor manera posible un modelo pensionario eficaz para México.
González señaló que esta sugerencia de un nuevo Sistema Nacional de Pensiones continúa en fase de acercamiento con el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa y con los asesores del presidente Andrés Manuel López Obrador; y agregó que a los representantes de la AMAC les agrada que mejoras como la sugerida por el presidente de la república coincidan en algunos aspectos con lo que de manera más amplia e integral desean exponerle al Ejecutivo Federal.
La actuaria especialista en pensiones recalcó que el cambio de régimen de inversión no es el factor único y determinante para la transformación del sistema pensionario, porque en sentido estricto la diferencia más importante entre las Siefores y los Fondos de Inversión es que las primeras son empresas privadas que están constituidas jurídicamente como si fueran una organización, y deben tener un consejo de administración, consejeros independientes, un comité de inversiones, comité de riesgos, etcétera.
Los Fondos de Inversión, en cambio, no tienen una estructura a manera de empresas, y por esa razón pueden ser administrados por cualquiera, sin necesidad de estar constituidos como organizaciones. Además existe una irregularidad que la representante de la AMAC quiso hacer notar: una de las características que al respecto se incluye en la iniciativa de reforma a la Ley del SAR deja abierta la posibilidad para que cualquier institución pública que administre estos fondos de retiro sea llamada afore (eso antes no se podía), permiso que no cobra sentido del todo, porque parecería que ahora todos aquellos institutos que administren fondos de retiro estarían facultados para realizar las actividades de una afore.
“En la propuesta de la AMAC consideramos que todos estos fondos se deben integrar, pero no como si fueran afores, sino que cada organismo de este tipo desarrolle sus propios programas y planes sustentables, planes que deberán estar financieramente bien cimentados para que incluyan condiciones de retiro lógicas”, precisó la actuaria Verónica González.
“De hecho —argumentó González—, ni siquiera existía la necesidad de sugerir el cambio de referencia. Simplemente con que a las Siefores se les hubiera permitido ampliar el régimen de inversión para que también pudieran hacerlo en papeles privados, o con menos calificación de la que hoy tienen, con eso, repito, habría sido suficiente para conseguir un efecto semejante al que hoy pretende lograr el nuevo Gobierno con su propuesta de cambio de régimen a Fondos de Inversión”.
A juicio de la actuaria especialista en pensiones, otro de los motivos para cambiar a Fondos de Inversión es el hecho de que las administradoras tienen mucho gasto en sus propias áreas de inversión, y gran parte de ello es consecuencia de que durante todo el sexenio pasado la Consar solicitó que las áreas de inversión especializada estuvieran certificadas en todo tipo de facultades y que crearan un Gobierno Corporativo, un comité de administración de riesgos, entre otras subáreas, lo que derivó en gastos de operación muy altos.
Verónica González explicó que la propuesta gubernamental de referencia está diseñada para que las afores, a partir del momento en que se publique el decreto, tengan 12 meses para solicitar la conversión de sus Siefores en Fondos de Inversión. “Prácticamente habrá dos años de plazo para definir todo este asunto de las metodologías y los reguladores. Nuevamente, se advierte la conciencia y la congruencia en el tema por parte del Ejecutivo respecto al propósito de concretarlo hacia la mitad del sexenio”, señaló la actuaria representante de la AMAC.
Verónica González encuentra ciertas incoherencias en estos pasos, que son las etapas ordinarias de un proceso semejante: la primera acción del presidente López Obrador fue ordenar el incremento de la pensión universal al doble, sin importar si el beneficiario gozaba ya de pensión del IMSS, del Issste o no tenía ninguna, porque normalmente dichos recursos eran para los que no tenían ninguna pensión.
Por lo pronto, agregó la actuaria González, la iniciativa presidencial evidencia una clara preocupación respecto a la urgencia de generar un cambio en este terreno de las pensiones. “En el círculo de asesores del presidente están dando los primeros pasos, pero ahora hay que ver cómo lograr sumar elementos a la propuesta para hacerla más sólida e integral, y ahí es donde nosotros, la AMAC, podemos generar mucho valor como asociación”.
Verónica González prosiguió así con la exposición de su propuesta y con las anomalías que detecta en la iniciativa presidencial: “Otra cosa que llama la atención, y que en la AMAC consideramos arriesgado por la falta de conciencia sobre la importancia del ahorro voluntario, es que se promueva la flexibilización de la salida del ahorro voluntario. Esto es, que ahora las personas puedan sacar el ahorro voluntario cuando quieran, como si fuera banco, lo cual es una medida a todas luces incongruente, cuando de lo que se trata es de fomentar que las personas tengan cada vez más recursos que puedan sumar a un monto que obtendrán una vez que se retiren”.
La especialista de la AMAC cerró así su crítica perspectiva sobre este tema tan complejo que hoy se pone nuevamente en el centro del debate a raíz de la propuesta de la Administración Federal obradorista: “Efectivamente, hay muchísimo dinero en el Sistema de Ahorro para el Retiro, porque hay muchas personas que ahorran en él; sin embargo, el tema cobra otra perspectiva cuando la cantidad es puesta a nivel personal; ahí es donde se observa que el ahorro es insignificante. ‘Diez pesitos al día’, promueven con canciones, ¿y qué logramos con eso? La verdad es que nada”.