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¿Por qué una mujer puede destacar en el sector asegurador?

Charlemos seguros

El asegurador

  • LA PÁGINA DE ASPRO GAMA MÉXICO

Por: Ariadna Fernández Madrid

Desde que tengo memoria, en casa siempre se ha hablado de seguros porque mi papá primero trabajó en una aseguradora por casi 21 años, y ahora lleva 36 en el área técnica de un despacho de seguros.

Por esa razón desde muy niña tuve la oportunidad de convivir y conocer a muchos asesores exitosos y, como soy la más chica de mis hermanos, me tocó acompañar a mis papás a muchas convenciones.

Todo eso me permitió conocer la profesión de agente de seguros y darme cuenta de que las personas que la ejercen son muy nobles y preparadas que procuran mantener un equilibrio en su vida, y que además de su trabajo cuentan con un hobby y dedican tiempo a actividades familiares, desde un festival hasta un examen profesional.

Algo que recuerdo mucho de aquel entonces es que la mayoría de los premiados la formaban hombres.

Pasó el tiempo y decidí estudiar ingeniería industrial y de sistemas en el Tecnológico de Monterrey, campus CDMX, porque una de mis ilusiones era poder estar en las áreas de Calidad y así certificar a las empresas en México para que se manufacturaran más productos y se generaran más empleos, y de esta manera confirmar que lo hecho en México está bien hecho.

Un año antes de graduarme tuve la oportunidad de trabajar en diferentes compañías trasnacionales en el área de Calidad, desde el ramo de belleza hasta la farmacéutica. Si bien sentí esa satisfacción de hacer lo que más me gustaba, al mismo tiempo tuve la frustración de sentirme presa por un salario y un horario fijo, pues a nadie parecía importarle que solventara mis responsabilidades en menos tiempo.

Ése era para mí el problema, porque, si hubiera querido avanzar a otro ritmo, incluso más rápido que el resto, ello no iba a redundar en mis ingresos, por la sencilla razón de que no podía ganar, según las tablas o esquemas de Recursos Humanos, más que un director. En ocasiones era necesario pasar por cada uno de los puestos, sin tener un tiempo definido o sin una meta clara, para continuar mi carrera corporativa en ascenso.

En ese entonces consideraba injusta esta situación, y hoy sé que la misma se sigue presentando en cualquier ámbito laboral.

Así que decidí, seis meses después de graduarme, viajar a Alemania para tener una mayor preparación y especialización en mi área. Después de estudiar un año entre la Universidad de Leipzig y la de Düsseldorf, tuve la posibilidad de viajar a otros países, lo que me permitió darme cuenta de que en muchos países europeos un trabajador normal cuenta, desde el primer año, con 20 días de vacaciones y se van sumando cada año cinco días más. Incluso el horario de verano les permite salir antes de lo acostumbrado para aprovechar el buen tiempo y hacer actividades al aire libre: con todos esos beneficios, muchos de esos países tienen obviamente niveles de productividad superiores a los de México.

Cuando regresé a México y decidí buscar trabajo, advertí que, independientemente de lo bien preparada que estuviera, la oferta laboral era reducida, y el ingreso y las prestaciones eran mínimas.

Según datos actuales del Inegi, una proporción que se aproxima a dos terceras partes de los trabajadores subordinados remunerados (TSR) no rebasa un ingreso equivalente a tres salarios mínimos en su zona de residencia.

De acuerdo con información del periódico El Financiero, que en la sección de Economía presentó el artículo ¨Mujeres ganan 22.9 % menos que los hombres: OIT¨, a escala mundial se estima que la brecha de remuneración entre hombres y mujeres es de esa magnitud, en promedio. En otras palabras, las mujeres ganan 77.1 por ciento de lo que ganan los hombres, indica la Organización Internacional del Trabajo.

Ese porcentaje llega a subir hasta 40 por ciento cuando se trata de mujeres en puestos de alta dirección, indica el documento Mejores prácticas de diversidad e inclusión laboral.

Consideraba yo lo anterior, y en mi fuero interno sabía que, en mi propio país, podía generar las mismas condiciones de trabajo que en cualquier otro de Europa. Lo anterior es para tener un marco de referencia y saber primero por qué las mujeres en este sector, el de los seguros, ven la posibilidad de desarrollarse integralmente, es decir, generar el ingreso que ellas desean. La razón es que no hay límites. El ingreso está ligado directamente a su actividad, preparación y experiencia. En otras palabras, dicha posibilidad elimina por completo el tema subjetivo de ser evaluada por un tercero “para saber si merece un aumento de sueldo o no, o si tiene derecho a un bono o no”.

En la industria de seguros cada compañía maneja su propio sistema de compensaciones, que está ligado a diferentes factores: prima pagada, conservación, etcétera.

Lo que hay en común en todas las aseguradoras es que en ninguno de sus cuadernos de compensaciones existe distinción de ingreso por género, y ésa es una gran ventaja para las mujeres que trabajan, que obviamente no quieren que su ingreso sea menor simplemente por su condición femenina..

Cuando las reglas de compensación son claras, las mujeres trabajan más felices porque tienen ese sentimiento de justicia y albergan la certeza de que a su colega varón le pagarían lo mismo si ambos tuvieran los mismos resultados.

Otro factor importante que explica por qué las mujeres destacan en este sector es que ellas tienen la oportunidad de decidir su agenda, lo que les permite continuar con su propio desarrollo, ya sea en áreas profesionales del negocio en las que consideren que necesitan profundizar para dar una mejor asesoría o en nuevos nichos de mercado.

Por ejemplo, yo invierto en asistir a eventos internacionales, que me sirven no sólo para mantenerme actualizada, sino para compartir las mejores prácticas en la industria.

Así, en el Congreso Leadership and Management Program (LAMP) Washington 2017, el expositor Stephen Covey, en su conferencia ¨Why you Need Women to Win?, ” de plataforma principal, explicó que existen muchos factores científicos por los que las mujeres destacan en esta profesión

En su lámina Cultura inteligente de poder para crecer precisa lo siguiente:

Las mujeres aprovechan al máximo las oportunidades, y eso las convierte en innovadoras. Por eso logran reducir costos.Se esfuerzan por ser realmente empáticas con las necesidades del cliente, saben trabajar en equipo y colaboran para desarrollar a otros.

Las mujeres tienen la capacidad de concebir muy claramente sus objetivos y prioridades, así como las actividades que deben desarrollar para conseguirlos. Asumen la responsabilidad de sus éxitos y lo celebran. Por eso, cuando una mujer en esta profesión se empodera, es capaz de ayudar a otras a conseguirlo.

Sus pensamientos son holísticos, es decir, toman en cuenta todo: tanto las prioridades del prospecto como la forma en que las pueden satisfacer, y cuidan en todo momento los sentimientos de la persona con la que tratan. .

Otro factor importante por el cual decidí ser agente de seguros es que, pese a que el promedio de escolaridad de las mujeres ya supera al de los hombres en la fuerza laboral, las mujeres son minoría en los puestos de perfil profesional y técnico; peor aún, siguen siendo minoría en aquellos puestos en los que se ejerce supervisión y coordinación de otros trabajadores.

Recuerdo que en ese mismo congreso tuvimos un testimonio en plataforma principal de Sarah Ogle, una promotora exitosa de Estados Unidos cuyo grupo está formado principalmente por mujeres. Y ella nos hizo ver por qué las mujeres prefieren tener como líder a otra mujer: porque ven a esa persona como alguien que las inspira, las reconoce y las apoya en los momentos difíciles, y piensan que quizá la misma líder tuvo que atravesarlos y fue capaz de superarlos.

Un factor muy importante por el cual las mujeres son exitosas en esta industria es que tienen la oportunidad de tomar actividades deportivas, culturales o lo que quieran hacer. Obviamente, para llevar eso a cabo se requieren recursos económicos y tiempo, y eso es algo que las mujeres enfocadas logran combinar muy bien.

Cuando las mujeres tienen hijos, pueden seguir al pendiente de ellos, e incluso existen aquí mayores posibilidades de que dispongan de la capacidad económica para pagarles las actividades extracurriculares que deseen. En el sector seguros, las mujeres tienen la oportunidad de convivir con sus hijos, no como las mujeres que se desarrollan en un corporativo, quienes por los horarios y distancias (que no eligen ellas) se ven en la necesidad de sólo llegar a atenderlos por las noches para cenar y dormirlos.

Con todo lo anterior, les puedo decir que a lo largo de mis ya 16 años como agente, 12 de ellos generando cabalmente ingresos como productora de seguros de Vida, he logrado ser miembro del MDRT en diferentes ocasiones y convencionista nacional e internacional, y me he. ganado el reconocimiento regional. Pero lo que en verdad aquilato es que he conocido a muchas mujeres que me inspiraron a dar el máximo en mi profesión.

En los recientes cuatro años como promotora, mi equipo de trabajo está formado en su mayoría por mujeres, muy pocos hombres. Me siento satisfecha porque he podido contribuir a dos cosas:

  1. A hacer crecer a la industria, porque ninguno de los asesores con los que laboro lo era antes. Es decir, les pude vender mi proyecto de desarrollo y hacerme responsable de su crecimiento profesional en esta nueva actividad, y así he podido llegar cada vez a más personas, respetando siempre a mis colegas, quienes, al igual que yo, hacen crecer a esta industria.
  2. A cambiar realmente la vida de otros. La gente se atreve a soñar y a darle carácter de meta a ese sueño sabiendo que puede cumplirlo con sus cualidades y con aquello que la hace feliz.

El trabajo en equipo es realmente importante para mí, y hoy cuento con mi gerente millennial y con dos gerentes de desarrollo, todas dispuestas a cambiar vidas.

Otra ventaja de esta industria es que no tiene límites de crecimiento, porque donde exista una mujer con una meta o con responsabilidades (como impulsar a una familia) nuestra profesión perdurará, y esas cualidades que la mujer trae de manera innata son perfectas para este negocio, eminentemente de personas y de emociones.

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Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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