La COVID-19 golpeó como un meteorito y fracturó a la economía mundial, así como al desempeño de la industria aseguradora. Por ello, la parada repentina de la actividad productiva en todo el mundo también afectará la demanda de seguros y se prevé que la tendencia al alza respecto al consumo de los productos y servicios asociados a la administración de riesgos no recuperará a los niveles similares que registró el sector antes de que emergiera la pandemia que produjo el virus SARS-CoV-2, advierte Allianz.
El pronóstico de la firma forma parte de su investigación más reciente, denominada Perspectivas de seguros 2020: un año perdido, en el que avizora que los ingresos por primas globales se reduzcan en un 3.8 por ciento en 2020 (Vida: 4.4 por ciento, seguros generales: 2.9 por ciento), lo que se traduce en una contracción de hasta tres veces a la que consignó la industria durante la crisis financiera global de 2008. En comparación con la tendencia de crecimiento anterior a la COVID-19, amplía, la pandemia recortará alrededor de 358,000 millones de euros del fondo de primas globales (Vida: 249,000 millones de euros, P&C: 109,000 millones de euros).
La publicación añade que de acuerdo con su escenario en forma de U para la economía mundial, el crecimiento de las primas se recuperará en 2021 a 5.6 por ciento y los ingresos totales asociados a este rubro deberían volver al nivel anterior a la crisis. Sin embargo, alerta, es posible que las pérdidas que acusó el sector asegurador en todo el orbe durante 2020 nunca se recuperen; aunque el crecimiento a largo plazo hasta 2030 puede alcanzar hasta 4.4 por ciento (Vida: 4.4 por ciento, P&C: 4.5 por ciento), esto será ligeramente inferior a las proyecciones anteriores.
Allianz refiere que la COVID-19 se aprecia como un cambio en las reglas del juego del consumo a escala global, pero en los seguros puede reforzar las tendencias existentes; esto es, la digitalización y el giro hacia Asia, que emergerá más rápido y más fuerte que el coronavirus. Con un crecimiento del 8.1 por ciento anual hasta 2030, se espera que el sector en este continente (excepto Japón) crezca casi el doble de rápido que el mercado mundial. Asimismo, aportará una cifra enorme de 1,277.000 millones de euros al fondo global de reservas; lo que equivale al doble que acumula América del Norte y cuatro veces más al que reúne Europa Occidental.
La firma puntualiza que la pandemia de COVID-19 ha tenido un efecto sin precedentes en la economía global y la industria de seguros. No obstante, mirando hacia atrás (2019), destaca que se documentó un año normal de crecimiento en los ingresos de seguros globales. Es decir, sostiene, en 2019, las primas emitidas brutas por daños a la propiedad (P&C) y Vida (sin Salud) ascendieron a 3,906,000 millones de euros, lo que representa 5.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.
De acuerdo con Allianz, la industria global de seguros entró al 2020 en buena forma: en 2019, las primas aumentaron un 4.4 por ciento, el crecimiento más fuerte desde 2015. El crecimiento fue impulsado por el segmento de Vida, donde las primas se acrecentaron drásticamente durante 2018 a 4.4 por ciento, a medida que China superó su temporal financiero, el revés inducido por las regulaciones y los mercados maduros finalmente se enfrentaron a las bajas tasas de interés. El segmento de Daños a la Propiedad (P&C) registró la misma tasa de crecimiento (4.3 por ciento), por debajo del 5.4 por ciento en 2018. Los ingresos, indica, por primas globales totalizaron 3,906,000 millones de euros en 2019 (Vida: 2,399.000 millones de euros, P&C: 1,507.000 millones de euros).
La creciente clase media de Asia, continúa el diagnóstico, modificará cada vez más el papel de consumidor de último recurso con una enorme demanda reprimida, lo que refleja la debilidad de los sistemas de seguridad social y las brechas de protección en catástrofes naturales, salud, jubilación y mortalidad en esta zona del planeta. Como consecuencia, la participación de la región (sin Japón) en el fondo de primas globales aumentará del 24.2 por ciento (2019) al 35.3 por ciento (2030).
Por último, el reporte de Allianz también plantea que otra tendencia que puede beneficiar a la industria aseguradora derivado de la COVID-19 es la estrategia ESG (Medioambientales, Sociales y de Gobierno). Destaca que si la crisis que produjo la expansión del nuevo coronavirus le enseñó algo al mundo, es la necesidad de que los países sean resilientes. Cada vez más, afirma, las ESG se verán no solo como una herramienta indispensable para evaluar los riesgos a largo plazo y mejorar el rendimiento de las inversiones, sino también como un habilitador del negocio de seguros.
En conclusión, el análisis señala que a medida de que más empresas implementen estrategias ESG, la demanda de productos y servicios que distribuye el sector seguros crecerá rápidamente. Es decir, remarca, surgirá una nueva era en la suscripción de riesgos.