A pesar de que la implementación del homeoffice se tradujo en el salto hacia la deslocalización y significó la instrumentación de metodologías que giran alrededor de la agilidad y la obtención de resultados, cerca de 41 por ciento de la fuerza laboral del planeta está decepcionada de la nueva era del trabajo. Por consiguiente, desea renunciar a su empleo en la actualidad.
Este desolador panorama forma parte de una encuesta difundida recientemente por Microsoft, titulada La próxima gran disrupción es el trabajo híbrido, ¿estamos listos?, que arroja asimismo que 54 por ciento de los jóvenes con edades comprendidas entre 18 y 25 años también está considerando dejar su trabajo.
Satya Nadella, CEO de Microsoft, declaró que a partir de la irrupción de la COVID-19 en 2020, ninguna esfera ha registrado una transformación más abrupta que la forma en la que se labora.
“Las expectativas de los empleados están cambiando y la alta dirección de las organizaciones tendrá que definir la productividad de manera mucho más amplia, esquema que debe incluir la colaboración, el aprendizaje y el bienestar, de manera que se impulse el avance profesional de cada trabajador, incluidos los colaboradores de primera línea y del conocimiento, así como para los nuevos graduados y aquellos que componen a la fuerza laboral hoy. En concreto, todo esto debe hacerse con flexibilidad en cuanto a cuándo, dónde y cómo trabaja la gente”, explicó Nadella.
La crudeza del aislamiento
En otro punto del análisis, que consultó la opinión de 30,000 trabajadores pertenecientes a 31 países, se alerta que a raíz del teletrabajo, se perdió gran parte del intercambio espontáneo de ideas que puede tener lugar dentro de un espacio corporativo. En contraposición añade, se encuentran las llamadas programadas y las reuniones virtuales.
El estudio de Microsoft advierte que la pérdida de la interacción personal significa que es más probable que los miembros de los equipos solo interactúen actualmente con sus compañeros de trabajo más cercanos. En resumidas cuentas, puntualiza, las empresas se volvieron más aisladas de lo que eran antes de la pandemia.
“Al buscar formas de navegar a través de todo este cambio, los empleadores deben aferrarse a una palabra: híbrido. Es probable que un enfoque del trabajo inflexible y centrado en la ubicación anime a ese 41 por ciento de las personas a irse y buscar un lugar cercano a sus gustos. Por otro lado, aquellos que están pensando en emigrar a vivir a otro lugar, mientras mantienen su trabajo actual, también pueden ponderar la posibilidad de renunciar si sus planes fracasan”, señala el estudio.
La investigación de Microsoft detalla que el trabajo a distancia no es una panacea para todos los males de la fuerza laboral. En tal sentido, especifica que las organizaciones ya no pueden depender únicamente de las oficinas para colaborar, conectar y generar capital social. No obstante, aclara, el espacio físico seguirá siendo importante para los empleados.
“Somos animales sociales y queremos reunirnos, intercambiar ideas y experimentar la energía de los eventos en persona. En el futuro, el espacio de oficina debe tender un puente entre el mundo físico y el digital para satisfacer las necesidades y roles de cada equipo”, abunda el diagnóstico.
La investigación de Microsoft destaca que aunque la mayoría de los líderes empresariales han indicado que incorporarán en su organización elementos del modelo de trabajo híbrido, desgraciadamente un porcentaje considerable de la alta dirección está haciendo caso omiso de las preocupaciones de los empleados, dramático panorama que se recrudece debido a que 54 por ciento del capital humano en el orbe dice sentirse con exceso de responsabilidad. Por consiguiente, cierra, su experiencia laboral se está volviendo desgarradora.