El año 2023 se caracterizó una vez más por pérdidas aseguradas extremadamente elevadas por catástrofes naturales, a pesar de que no se produjeron pérdidas individuales extremas; lo cual subraya el importante papel que desempeñan los seguros a la hora de amortiguar las consecuencias de los desastres naturales.
Así lo expresó Thomas Blunck, miembro del Consejo de Administración de Munich Re, quien (mediante un comunicado de prensa) añadió que los datos completos y el conocimiento profundo de los cambios en los riesgos siguen siendo factores clave a la hora de diseñar coberturas para proteger a las personas contra los desastres naturales.
También añadió que otro aspecto importante es la prevención; y que el número de víctimas de los devastadores terremotos de este año ees una llamada de atención para garantizar una mejor protección de las personas mediante la adaptación de los métodos de construcción.
La información de la reaseguradora destaca que las pérdidas totales por desastres naturales en 2023 fueron de 250,000 millones de dólares; y más de 74,000 víctimas mortales
En tanto, las pérdidas globales aseguradas sumaron 95,000 millones de dólares, cerca del promedio de cinco años (105,000 millones de dólares) y superiores al promedio de 10 años (90,000 millones de dólares).
También revela que el terremoto en Turquía y Siria fue el desastre humanitario más devastador del año.
Por su parte, las tormentas en América del Norte y Europa son más destructivas que nunca, con pérdidas totales de 76,000 millones de dólares; y pérdidas aseguradas de 58,000 millones de dólares.
En síntesis, 2023 fue el año más caluroso de la historia, con un gran número de récords regionales batidos.
Los desastres naturales de 2023 en cifras
En todo el mundo, los desastres naturales en 2023 provocaron pérdidas de alrededor de 250,000 millones de dólares, con pérdidas aseguradas de 95,000 millones de dólares (el año anterior: 125,000 millones de dólares). Las pérdidas totales coinciden con el promedio de cinco años, mientras que las pérdidas aseguradas estuvieron ligeramente por debajo de la cifra promedio de 105,000 millones de dólares. A diferencia de años anteriores, no hubo megadesastres en los países industrializados que aumentaran las pérdidas (como el huracán Ian en 2022, que causó pérdidas totales de 100,000 millones de dólares y pérdidas aseguradas de 60,000 millones de dólares).
En cambio, las estadísticas de pérdidas se caracterizaron por la gran cantidad de tormentas regionales severas. Nunca antes se habían registrado pérdidas tan elevadas por tormentas en Estados Unidos o en Europa: en América del Norte se destruyeron activos por valor de unos 66,000 millones de dólares, de los cuales 50,000 millones estaban asegurados; mientras que en Europa la cifra fue de 10,000 millones de dólares, de los cuales 8,000 millones de dólares estaban asegurados. Una gran cantidad de investigaciones científicas indican que el cambio climático favorece condiciones climáticas severas con fuertes tormentas de granizo. De manera similar, las estadísticas de pérdidas por tormentas eléctricas en América del Norte y otras regiones tienen una tendencia al alza.
Finalmente, Munich Re detalla que el número de muertes causadas por desastres naturales ascendió a 74,000 en 2023, muy por encima de la media anual de los últimos cinco años (10,000). Después de años de relativa calma, una serie de terremotos devastadores provocaron desastres humanitarios. Alrededor de 63,000 personas (85 por ciento del total de muertes del año) perdieron la vida como resultado de estos peligros geofísicos en 2023, más que en cualquier otro momento desde 2010.
Por el contrario, las pérdidas económicas por desastres naturales estuvieron dominadas por tormentas severas: el 76 por ciento de las pérdidas generales estuvieron relacionadas con el clima, mientras que el 24 por ciento tuvo causas geofísicas.