La proporción de mujeres en el mercado laboral mexicano ha aumentado en los últimos años; sin embargo, dicho incremento sigue estando muy por debajo de lo esperado, ya que la diferencia con la tasa de participación laboral de los hombres supera los 30 puntos porcentuales.
Así lo muestra el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en su más reciente análisis sobre los datos del segundo trimestre de 2022 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Entre abril y junio de 2022, la generación de empleos fue mayor entre las mujeres. Pese a ello, la población ocupada femenina asciende a 22.9 millones y la masculina a 34.5 millones; lo que se traduce en 39.9 por ciento y 60.1 por ciento de la población ocupada, respectivamente.
Por si fuera poco, menciona IMCO en su estudio, que aún en sectores donde las mujeres tienen un peso elevado en la fuerza de trabajo, su presencia no garantiza condiciones más equitativas en materia de ingreso.
“Persisten retos tanto en materia de igualdad de ingresos como en las condiciones estructurales como son la percepción de inseguridad, la falta de acceso a apoyos para el cuidado infantil y de adultos mayores que representan obstáculos para generar incentivos que impulsen a las mujeres a entrar y permanecer en la fuerza laboral”, asegura IMCO.
Por último, la firma sostiene que, a pesar del incremento poblacional, la tasa de participación laboral de las mujeres no ha mostrado un aumento pronunciado. Explican que entre 2005 y 2022 la participación laboral femenina se ha mantenido entre 40 y 45 por ciento. En contraste, la tasa de participación laboral masculina se ha mantenido en niveles superiores al 70 por ciento.