Ante una transformación sin precedentes del mercado y frente al drástico cambio que experimenta la sociedad en materia de hábitos de consumo, resulta vital que las aseguradoras pierdan el miedo a procesos como la creatividad y la innovación si realmente pretenden seguir siendo competitivas en el corto plazo, de modo que consigan un crecimiento sostenido en términos de rentabilidad.
Así lo señaló Clara Kluk, fundadora del Grupo Piensa, consultora especializada en desarrollo organizacional, entrenamiento creativo e innovación, al dictar una conferencia titulada Creatividad y su impacto en la organización, que formó parte de las XVII Jornadas de Seguro y Reaseguro 2020, organizadas por Swiss Re. En dicho evento, la expositora reveló que apenas 15 por ciento de las empresas a escala global lleva a cabo procesos para fomentar la creatividad entre sus colaboradores.
Por lo anterior, Kluk exhortó a las instituciones de seguros a no caer en el costoso error de subestimar la creatividad, ya que se ha comprobado que los equipos multidisciplinarios que la adoptan como una práctica habitual son más innovadores, ingeniosos y consiguen mejores resultados.
“Si la alta dirección de las aseguradoras no acepta la innovación y el cambio como un proceso transversal e inaplazable, será muy difícil que evolucionen y sobrevivan a un mundo y mercado que exige productos y servicios ágiles y diferentes”, explicó la fundadora del Grupo Piensa.
Para que el capital humano de las organizaciones, dijo Kluk, pueda aprovechar su potencial creativo, es indispensable que los líderes de cada departamento consideren las ideas de sus colaboradores y, más aún, tomen en cuenta su opinión. Solo así, agregó, se dará solución a problemáticas internas, de modo que se dejen atrás posturas y mentalidades que inhiben la innovación en los espacios corporativos.
En opinión de Kluk, en la actualidad hay casos contundentes de organizaciones que confirman que sí es posible confeccionar soluciones diferenciadas y sobresalientes; sin embargo, puntualizó que más allá de los importantes esfuerzos que se han llevado a cabo en muchas industrias, incluyendo la aseguradora, solo unas cuantas empresas han conseguido crear productos y servicios realmente innovadores, lo que confirma que los procesos creativos no son concebidos aún como motor del desarrollo corporativo en muchas empresas.
La especialización marcará la diferencia
Durante su exposición, la directiva de Grupo Piensa alertó que la digitalización provocará cambios categóricamente drásticos en las organizaciones y en las profesiones en el futuro próximo. Detalló asimismo que la puesta en marcha de algoritmos sofisticados sustituirá a 140 millones de trabajos especializados en 2023 a escala mundial. Además, advirtió que disrupciones como la robótica y la inteligencia artificial no serán utilizadas solamente para labores rutinarias y repetitivas.
Frente a esta realidad, Kluk sostuvo que todas las labores que tengan como eje medular la creatividad seguirán siendo insustituibles en el corto plazo. Instó en su plática a todos los miembros de la extensa cadena de valor de los seguros, en especial a los agentes, a realizar su trabajo con un alto valor y especialización, con el objetivo de que sigan siendo útiles e irremplazables ante la metamorfosis indubitable que experimenta la sociedad.
“La creatividad, la inteligencia emocional y la capacidad para adaptarse con flexibilidad a los cambios se perfilan como los principales factores que permitirán que cualquier profesional siga siendo insustituible. Recuerden, las máquinas pueden imitar cualquier actividad humana, menos aquellas que requieran creatividad, resolución de problemas e innovación”, abundó Kluk.
Creencias que restan
Kluk aseveró que el primer paso para llevar a cabo un proceso organizacional creativo y eficaz estriba en no juzgar negativamente ni estigmatizar las nuevas ideas. Al respecto, vaticinó que aquellas organizaciones que se nieguen a implementar estrategias novedosas impulsadas por la creatividad nunca podrán ser innovadoras; por lo tanto, predijo, quedarán rezagadas.
“Para poner en marcha procesos creativos dentro de las organizaciones se necesita forzosamente un cambio drástico en la mentalidad. En definitiva, si la alta dirección no está dispuesta a tomar riesgos, la creatividad y la innovación no emergerán”, expresó la especialista en entrenamiento creativo.
Kluk subrayó que muchas organizaciones en la actualidad se debaten entre proyectar una imagen corporativa sólida o reaccionar con velocidad a los cambios que experimenta el mercado. Afirmó que la estrategia que permitirá a cualquier compañía marcar una diferencia en lo que se refiere a su propuesta de valor gravita en la agilidad que tenga cada uno de sus colaboradores para ser innovador, desde su trinchera, sin importar el cargo que ocupe.
Kluk aclaró que cualquier proceso creativo que se impulse en los espacios corporativos carecerá de eficacia si no se considera al cliente como piedra angular de cualquier transformación que apunte a crear una oferta que realmente se centre en el consumidor.
Por último, Kluk insistió en que la innovación es mucho más que una simple tarea cotidiana dentro de las empresas; por eso, instó a las aseguradoras a concebir esta práctica como un proceso estratégico en el que se deben analizar aspectos como el contexto político y social de un país, sin perder de vista que es obligatorio estar dispuesto a romper viejos paradigmas.
“No es cierto que la innovación es un proceso que desde el punto de vista de la rentabilidad no genera dividendos positivos. Les puedo asegurar que el éxito que alcanzan las organizaciones gracias a la creatividad es magnífico, sobre todo porque, si se tiene un método y se desarrolla constantemente, dicho proceso creativo deja de ser abstracto, de manera que se crearán productos y servicios que solucionan problemas”, concluyó Kluk.