Durante 40 años, Orihuela Agente de Seguros se ha distinguido por ser una promotoría resiliente y en constante crecimiento, que busca el bienestar de sus colaboradores y la certeza de una vida estable para ellos y sus familias.
La historia de esta promotoría se remonta a 1982, cuando el actuario Tiburcio Orihuela Martínez y su esposa Gloria Moya, comenzaron a trabajar con un pequeño grupo de agentes para la aseguradora Hidalgo. No había grandes oficinas, sólo el pequeño comedor de su casa y muchas ganas de emprender.
Comenzaron trabajando el mercado de la Secretaría de Educación Pública y el Instituto Politécnico Nacional, todos a bordo de un auto Volkswagen, específicamente, un vocho que visitaba las escuelas y se en- cargaba de llevar protección al personal educativo de algunas zonas de la Ciudad de México, como Tlalpan, Xochimilco, Iztapalapa y Tláhuac.
En 2011, el lamentable e inesperado fallecimiento de Tiburcio Orihuela, obligó a la promotoría a comenzar un nuevo camino, esta vez liderado por el actual director general, Héctor Orihuela Moya, quien pasó de ser médico gineco obstetra a crear estrategias para no dejar caer la empresa que fundaron sus padres.
Desde entonces, Orihuela Agente de Seguros ha sido reconocida por mantener siempre las buenas prácticas, brindar un servicio de calidad y ofrecer las mejores herramientas a sus colaboradores, así como un amplio y atractivo esquema de incentivos que los destaca de las demás promotorías.
Han sido 40 años de mucho aprendizaje y crecimiento, y en hoy en día, de la mano de MetLife, se han convertido en una de las mejores promotorías de la zona metropolitana.
Es así como el pequeño grupo de agentes que eran en 1982, hoy a crecido a más de 100 apoderados; el comedor se ha convertido en tres oficinas administrativas y más de 20 de atención a clientes; la posibilidad de vender a un mercado, es ahora más de 10 dependencias gubernamentales en Ciudad de México y Morelos; y el vocho, se ha transforma- do en seis Centros de Servicio Móvil que visitan y atienden a los asegurados hasta sus centros de trabajo y/o domicilios.