Más allá de los esfuerzos de ciertos laboratorios científicos y las alianzas entre países, las primeras dosis de la vacuna efectiva contra COVID-19 no se producirán masivamente hasta antes de 2022, por lo que la posibilidad de que de la población reciba dicho fármaco de forma generalizada durante 2021 está descartada, advirtió Soumya Swaminathan, jefa de Científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A pesar de lo anterior, Swaminathan afirmó que derivado del avance que ya registran los ensayos clínicos asociados a varias vacunas, los primeros grupos de riesgo podrían ser inmunizados a mediados de 2021.
“Muchos piensan que a principios del próximo año llegará una panacea que resuelva toda la problemática sanitaria producida por el virus SARS-CoV-2, pero no va a ser así. En tal sentido, hay un largo proceso de evaluación, licencias, fabricación y distribución de la vacuna contra COVID-19”, expresó la funcionaria de la OMS.
Swaminathan apuntó que según modelos predictivos de la OMS, se espera, como escenario más optimista, que la primera ola de vacunas para mitigar la neumonía atípica que provoca el nuevo coronavirus llegará a varios países a mediados de 2021. Sin embargo, insistió que será muy complejo ver que en ese momento se produzcan dosis del fármaco a gran escala y en beneficio de toda la sociedad del orbe.
Para finalizar, la Jefa de Científicos de la OMS subrayó que independientemente del avance que acuse el desarrollo de la vacuna contra COVID-19, es indispensable que la población mundial respete los protocolos sanitarios actuales, como el distanciamiento social, el uso de cubrebocas y el constante lavado de manos.
“Es la primera vez en la historia de la humanidad que necesitamos miles de millones de dosis de una vacuna; ahora bien, la población no debe perder de vista que cuando el fármaco sea una realidad, los trabajadores sanitarios deberían ser los primeros en recibirla. Posteriormente, en cuanto lleguen más dosis, los beneficiados tendrían que ser los más mayores o personas con otras enfermedades; por consiguiente, el proceso para que todos en el mundo tengan acceso al tratamiento efectivo podría tardar hasta dos años”, cerró Swaminathan.