Las estimaciones sugieren que Latinoamérica podría sufrir pérdidas equivalentes al 11 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2050 debido al cambio climático; mientras que en México las olas de calor podrían ocasionar daños por valor del 2.1 por ciento del PIB.
En este contexto, Solunion México analiza las últimas previsiones económicas para México y la región de Latinoamérica en su conjunto, a partir del último informe publicado por Allianz Trade, uno de sus accionistas, que revela que Latinoamérica está en una nueva fase de desarrollo, después de superar desafíos económicos y sociales derivados de la pandemia.
En un comunicado, la compañía de seguros de Crédito y servicios para la gestión del riesgo comercial indica que la región ha demostrado una notable resiliencia, apoyada en gran medida por políticas monetarias reactivas, un repunte en los precios de las materias primas y un aumento de la confianza de los inversores, factores que han contribuido a mantener bajo control la inflación y la volatilidad de los tipos de cambio en la región.
“En México, si bien se vislumbra una recuperación en el sector agrícola, se proyecta un crecimiento más moderado en la producción industrial, lo que limitaría el crecimiento económico al 2 por ciento para este año, en línea con las perspectivas de la región de Latinoamérica”, destaca la información.
La zona se ha vuelto más resiliente gracias a las lecciones aprendidas de crisis anteriores, como la reducción de su dependencia del financiamiento en moneda extranjera, la mejora de la regulación y supervisión financieras, así como el mantenimiento de la independencia de los bancos centrales. Sin embargo, el riesgo de insolvencia sigue siendo elevado en Latinoamérica, lo que podría socavar la confianza en las empresas de la región y penalizarlas entre los proveedores extranjeros, aumentando así los requisitos de capital de trabajo de las empresas latinoamericanas.
Perspectivas económicas para México
En otra información también relevante, Solunion señala que la tendencia hacia el friend shoring y el nearshoring ya beneficia a países como México, que ha surgido como uno de los grandes ganadores, especialmente en el sector automotriz. Tras una serie de interrupciones en la cadena de suministro y la intensificación de las tensiones geopolíticas, los países buscan cada vez más socios comerciales, geográfica y políticamente más cercanos.
“El nearshoring representa una oportunidad sin precedentes para el crecimiento económico de nuestro país. Las importantes inversiones que se podrían ver materializadas en 2025 y 2026, traerán consigo nuevos desafíos y riesgos que las empresas deberán gestionar adecuadamente. En este escenario, el seguro de Crédito se posiciona como un aliado estratégico para las compañías, brindándoles la seguridad y respaldo financiero necesarios para invertir con mayor confianza y aprovechar al máximo las ventajas del nearshoring”, explica Roberto Ricalde, director de Riesgos de Solunion México.
“A medida que nuestro país se consolida como un destino atractivo para la relocalización de empresas, el seguro de Crédito será clave para respaldar estas nuevas inversiones y acompañar el desarrollo económico de manera sostenible y segura”, remata.
En cuanto a los desafíos que enfrenta la economía, uno de ellos es la migración hacia Estados Unidos, que expone la necesidad de generar compromiso y diálogo. Asimismo, la brecha digital es significativa en la región, y la evolución desigual de la digitalización y de la preparación para la Inteligencia Artificial podrían suponer un reto para la estabilidad a largo plazo.
Por otra parte, el cambio climático también amenaza las perspectivas de crecimiento. Las repercusiones económicas del cambio climático provienen tanto de riesgos físicos como ciclones, inundaciones, olas de calor; así como de la pérdida de productividad laboral debida al aumento de la temperatura. Las estimaciones sugieren que Latinoamérica podría sufrir pérdidas equivalentes al 11 por ciento del PIB en 2050 por esta causa. En México, las pérdidas asociadas a las olas de calor podrían alcanzar el 2.1 por ciento del PIB.