Luis es un joven atleta de alto rendimiento de un deporte acuático. Se levanta muy temprano. Entrena durante tres horas y después desayuna. Las siguientes cinco horas se dedica a la escuela, vuelve a entrenar por dos horas y después come y estudia por tres horas más. Por la tarde/noche vuelve a entrenar dos a tres horas más y va a descansar. Luis realiza lo que se conoce como una “triple sesión diaria de entrenamiento”, en la que realiza actividades físicas, tácticas, técnicas y psicológicas, además de sus responsabilidades académicas.
Esta rutina la llevará por largos períodos, al menos en los próximos diez años, ya que su sueño y objetivo es representar a su país en unos Juegos Olímpicos.
Mi nombre es Alba Mireles Torres, tengo 43 años y soy licenciada en Cultura Física y Deportes. Una de mis grandes pasiones es el deporte. En mis años universitarios fui atleta de alto rendimiento en voleibol de sala. Durante 19 años trabajé de la mano de atletas desde el inicio de sus carreras en su infancia, acompañándolos en sus entrenamientos y en sus participaciones en eventos deportivos nacionales e internacionales. Muchos de ellos llegaron a convertirse en atletas y medallistas olímpicos.
Incursioné en la industria de los Seguros, en el ramo de Vida, en el año 2019 por invitación de un amigo, también deportista. Soy promotora hace dos años y me apasiona ir de la mano de agentes que como Luis, tienen grandes sueños y objetivos definidos, y saben que para lograrlo, deben convertirse en “agentes de alto rendimiento”.
Y, ¿cuáles características de un atleta como Luis puede adoptar una o un Agente de Seguros para ser de “alto rendimiento”? Aquí presento ocho características que pueden ser el equivalente a esa “triple sesión diaria de entrenamiento”.
Primero, el COMPROMISO en tres principales áreas: compromiso consigo mismo y con sus sueños; compromiso con las personas que ama y que dependen de él/ella; compromiso con la o las personas que le han ayudado para estar donde está el día de hoy.
Segundo, la DISCIPLINA, levantándose temprano; planificación del trabajo, organización y respeto a su agenda; cuidando su salud e imagen personal, asistiendo a las reuniones y capacitaciones de su promotoría. Ya decía uno de mis mentores, el señor Jim Rohn: “O sufres el dolor de la disciplina o sufres el dolor del arrepentimiento”.
Tercero, la MOTIVACIÓN, que si bien es subjetiva (pues los seres humanos tenemos diferentes maneras de motivarnos) promovemos tener y mantener una actitud positiva, sonreír, agradecer por todo lo que se pueda agradecer: por tener salud, por poder ayudar a las personas, por tener oportunidades de desarrollo personal, por tener ingresos económicos, ¡por estar vivo!
Cuarto, la FORTALEZA MENTAL, es decir, mantener una comunicación interpersonal que destaque todos los días lo bueno/a que eres, hacer ejercicios de respiración, leer bibliografía de desarrollo humano y textos de grandes personajes, y realizar baños con agua fría de vez en cuando. Todas estas son actividades que fortalecen la mente.
Quinto, METAS CLARAS, definir (por escrito de preferencia) lo que se quiere alcanzar por distintos lapsos de tiempo, a corto, mediano y largo plazo; definir junto con el líder y tener claridad de las actividades a realizar para alcanzar esas metas planteadas (¿cuántos prospectos? ¿Cuántas llamadas? ¿Cuántas citas? ¿Cuántos cierres? ¿Cuánta prima?).
Sexto, DETERMINACIÓN, hacer cosas de vez en cuando que te obliguen a salir de la famosa “zona de confort”, que te orillen a poner por delante tu valentía, que te den miedo, que te hagan tomar riesgos para fortalecer la determinación.
Séptimo, CONSTANCIA, al ser una carrera de resistencia y no de velocidad, la o el agente de seguros de alto rendimiento TODOS los días debe realizar actividades como: hacer llamadas, tener citas, hablar con más personas, practicar y aprender guiones. La repetición constante de estas actividades es imprescindible hasta convertirlas en hábitos.
Octavo, TOLERANCIA A LA FRUSTRACIÓN, en el día a día de las y los agentes de seguros, es ineludible que se presente la resistencia y el rechazo. Por ello, es importante trabajar en la tolerancia a la frustración, realizando acciones que contribuyan a esto, tales como: destinar momentos a lo que nos apasiona; practicar un deporte; pasar tiempo con la familia, pareja o amigos; practicar la meditación; hacer contacto con la naturaleza para despejar la mente y tomar fuerzas ante un fracaso temporal; vivir algún tipo de terapia, ya sea psicológica, espiritual o con la que nos sintamos cómodos. Darnos la oportunidad de expresar nuestros sentimientos, de manera escrita o verbal y, si es necesario, permitirnos llorar o gritar.
Estas ocho características forman parte de la filosofía que pregonamos en Mireles Asesores Promotoría de Seguros. Sobre ellas enfocamos nuestras capacitaciones internas, nuestras conversaciones, el perfil de nuestras y nuestros agentes nuevos y, en general, nuestro trabajo diario.
Estoy convencida que mi experiencia como deportista, así como la experiencia vivida cerca de atletas como Luis, me han servido de brújula para convertirme en una “Agente de Seguros de alto rendimiento” y ahora como promotora, compartirlo y aplicarlo con mis agentes, lo que ha sido clave para nuestro éxito.