La COVID-19 significó un momento complejo para la operación de la industria en el que la apertura, la flexibilidad y las medidas transitorias fueron vitales para sortear la inédita situación, que desembocó, como todos sabemos, en la transición hacia un nuevo mundo, escenario irreversible que obliga a evolucionar con audacia y a innovar sin temor, de tal suerte que el seguro renazca.
Coincidieron en el señalamiento anterior Duncan Brigs, director general de Willis Towers Watson; Neal Baumann, líder global del Sector de Seguros de Deloitte; Keith Buckley , Global Head de Análisis del Sector Asegurador de Fitch Ratings; y Fernando Mesquida, director para América Latina de Milliman, en el panel denominado COVID-19: retos y oportunidades de la industria de seguros. Perspectiva internacional, que moderó Jesús Martínez Castellanos, vicepresidente de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) y que se presentó en el Encuentro Digital COVID-19: perspectivas del sector asegurador mexicano.
Al tomar la palabra en el evento que organizó el organismo cúpula del sector asegurador, Neal Baumann declaró que la crisis provocada por la COVID-19 debe utilizarse como un trampolín para que el seguro evolucione sin que pierda su propósito. Indicó asimismo que, a pesar del enrarecido panorama económico que muestra el orbe en la actualidad, dicha coyuntura es una oportunidad para que las instituciones mejoren su contribución a la sociedad; todo ello con el objetivo de que los países sean mucho más resilientes frente a los riesgos emergentes, que son cada vez más frecuentes y devastadores.
“No es un secreto que antes de que irrumpiera la pandemia en el sector asegurador existía una gran ambición de que se digitalizara su operación y emergieran procesos más automatizados, de manera que se mejorara la atención a los clientes y se creara una gama nueva de productos. Sin embargo, dicha evolución iba a un ritmo lento. En la actualidad, estamos en la antesala de un ciclo nuevo en el que las herramientas tecnocientíficas y la instrumentación de modelos mucho más ágiles se robarán la escena. Por lo tanto, cuando termine este periodo de crisis de salud tan grave,
la industria será más fuerte y habrá promovido profundos cambios para resurgir”, expresó el líder global del Sector de Seguros de Deloitte.
Baumann apuntó que, como resultado de la contingencia desatada por la COVID-19, las compañías de seguros enfocarán toda su atención en crear una relación mucho más intensa y cercana con los consumidores.
“El seguro vive hoy una oportunidad grandiosa para levantarse del golpe de la pandemia y demostrar de qué está hecho. En tal sentido, los miembros de la cadena de valor tienen que aprovechar este punto de inflexión y utilizarlo como un revulsivo que ayude a la industria a brillar, de tal suerte que se convierta en uno de los segmentos líderes en la reconstrucción del planeta”, sostuvo el funcionario de Deloitte.
Carencias que saltaron a la vista
Por su parte, Duncan Brigs reconoció que, como consecuencia de la agresiva expansión del nuevo coronavirus, el sector asegurador enfrentó problemas considerables durante 2020. Al respecto, precisó que en este periodo las instituciones tuvieron que sobrellevar la abrupta caída del mercado, la estrepitosa disminución en las tasas de interés y la innegable baja en la colocación de primas.
El panorama descrito, continuó el director general de Willis Towers Watson, es un aviso para las instituciones, por lo que éstas deben reconfigurar ciertas coberturas, de modo que tales planes de protección arrojen rendimientos y beneficien a los consumidores en circunstancias económicas complicadas, como la que atravesó el mundo en 2020. Además puntualizó que el desafiante panorama tendría que concebirse como una adversidad que incentive la innovación en el sector asegurador.
“El sector seguros tiene que encontrar la forma de operar en este nuevo ambiente. En concreto, la facilidad en los trámites, la atención personalizada, la digitalización y la deslocalización serán parte de la agenda inaplazable de la industria en el corto plazo”, expresó Brigs.
El funcionario de la firma de gestión de riesgos, corretaje de seguros y asesoría subrayó que la pandemia sacó a la luz la enorme utilidad de los seguros y destacó que en la actualidad la sociedad es mucho más consciente de la importancia de la administración de riesgos, avance social que las compañías deben utilizar para desarrollar esquemas de protección novedosos.
“Existe la necesidad de que en la industria se cambien los procesos de ventas y se brinde una atención al cliente ubicua y virtual. Además, las instituciones tienen que atreverse a incursionar en nuevos mercados”, apostilló Brigs.
Hay mucha presión, pero no desmayan
Durante su intervención, Keith Buckley se refirió a los perjuicios que ha provocado la crisis económica en el desempeño del sector asegurador. Al respecto,
advirtió que la desaceleración del aparato productivo afectó a ciertas líneas de negocio y menguó la rentabilidad en ciertos ramos.
“En México detectamos que muchas instituciones han recurrido a las deudas, lo que se traducirá en una presión mayor que repercutirá en sus índices de desempeño. Pese a estos escollos financieros, la industria ha mostrado resiliencia y se han instrumentado medidas temporales adecuadas; incluso algunas compañías han empezado a confeccionar nuevas coberturas”, puntualizó el responsable global de Análisis del Sector Asegurador de Fitch Ratings.
Casi al término del panel de discusión, Fernando Mesquida advirtió que las aseguradoras deben diseñar estrategias versátiles que les permitan recuperarse en 2021. Detalló que el año entrante será un episodio desafiante para el sector asegurador. Por ello instó a los competidores a seguir muy de cerca las tendencias del mercado y la forma en que evolucionan los patrones de consumo.
“Algunos efectos de la COVID-19 serán transitorios, pero otros pueden persistir y deben analizarse a largo plazo. No obstante, este momento tan complicado fue un nuevo llamado de atención de los usuarios financieros a las aseguradoras. El ciudadano común quiere que la suscripción, la reclamación y la atención de los siniestros sean procesos mucho más sencillos y expeditos. En conclusión, estos factores serán determinantes para las instituciones que aspiren a despuntar en un momento en el que se registra una metamorfosis acelerada de los riesgos”, finalizó el director para América Latina de Milliman.