El nuevo etiquetado frontal de alimentos fue diseñado con base en evidencia científica. Por consiguiente, podría ayudar a que la población en México reduzca el consumo de exceso de nutrientes dañinos, afirmó Fabio Gomes, asesor regional en nutrición y actividad física para Las Américas de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El funcionario de la OPS apuntó en conferencia de prensa que el nuevo etiquetado frontal de alimentos y bebidas procesadas, que se instrumentó desde el 1 de octubre en una primera fase, es una medida acertada, ya que permitiría que México avance con paso firme a la obligatoria reducción de casos de sobrepeso y obesidad que actualmente acusa.
“El nuevo etiquetado de alimentos mexicano es una de las regulaciones más avanzadas del mundo y un ejemplo para la región”, apostilló Gomes.
Por su parte, Israel Ríos, oficial regional de nutrición para América Latina y El Caribe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), declaró que en América Latina existen cerca de 142 millones de personas que son víctimas de inseguridad alimentaria, problema que provoca el consumo de nutrientes dañinos en una región compuesta por una sociedad categóricamente desigual.
“Al existir inseguridad alimentaria, las familias optan por dietas con exceso de nutrientes dañinos. De ahí la importancia del etiquetado mexicano como medida para que la sociedad empiece a tener hábitos alimenticios mucho más saludables”, cerró Ríos.