No volveremos ni pronto ni igual a la normalidad, advierte Manuel Aguilera

El Asegurador

“Cuando inició la pandemia, supusimos que esto duraría meses y que luego volveríamos a la normalidad; hoy sabemos que no  regresaremos a la normalidad de antes y que esto no  concluirá en el corto plazo; más aún, se vaticina una recesión económica larga   que podría comenzar a dar signos de recuperación hacia finales de 2023, por lo que es vital llevar a cabo  un   análisis minucioso y un diagnóstico certero del fenómeno económico; de lo contrario,   como industria podríamos  cometer errores que pagaríamos más tarde. Desgraciadamente, eso sucederá si incurrimos en una   percepción equivocada de la realidad”.

Esto ha dicho  Manuel Aguilera Verduzco, director general de Mapfre Economics, ante  los asistentes a la Convención Virtual 2020, organizada por Funcionarios del Sector Asegurador, A. C. (FUSA). 

Aguilera Verduzco señaló que México   afronta  no solo la crisis sanitaria más prolongada de los últimos 100 años, sino también la peor crisis económica  desde 1932, producto del  confinamiento obligatorio por motivos de sanidad, lo que trajo severas repercusiones en el empleo, en el consumo y en  el poder adquisitivo. En este duro episodio,     innumerables empresas registraron un derrumbe auténtico   en sus ventas. El funcionario de Mapfre prevé    que esta tragedia económica continuará siendo cíclica mientras  no desaparezca por completo la enfermedad.       

A pesar de que parece que  los servicios financieros no fueron  afectados por la crisis sanitaria, agregó Aguilera Verduzco, eso no debe generarnos una impresión equivocada. Advirtió que la actual situación económica  presenta componentes que apuntan a  una    tendencia decreciente moderada en el sector de los servicios financieros, lo que puede ser  un presagio de algo mucho más complicado y grave para la economía.

Entre los efectos que acarreó  la COVID-19 se observa  una afectación en los créditos de las familias  que recurren a la reestructura de sus deudas buscando no caer en cartera vencida, cuando lo cierto es que con esas “soluciones”  como sector financiero solo “estamos metiendo   el polvo debajo de la alfombra” para disfrazar el problema. “Nos resistimos a ver que ésa  es una señal que se puede transformar en una crisis del sistema financiero que quizá tenga  graves repercusiones para México”, alertó.   

El director general de Mapfre Economics subrayó que,   entre las deficiencias estructurales que hay en este país y algunas decisiones desfavorables del Gobierno  en materia económica y de inversiones en infraestructura,   todo apunta a que, de continuar esta tendencia durante el actual  sexenio, la tasa de crecimiento promedio de la economía mexicana se ubicará alrededor de  0.7 por ciento, es decir, ni siquiera la mitad de la histórica tendencia inercial de 2 por ciento.

En opinión del expositor en la Convención Virtual 2020 de FUSA, “lo que podría romper este círculo perverso de la economía es, en primer lugar,  las ayudas monetarias de liquidez, que en el caso mexicano se han dado; en segundo lugar, los incentivos fiscales por medio  de gastos y garantías, que no ha ocurrido;  y, en tercero, propiciar un entorno favorable para la inversión privada, que no se ha generado porque el Gobierno  tampoco se ha preocupado por ello”.      

Y agregó en tono crítico: “Si  dos de las tres condiciones anteriores continúan sin generarse para equilibrar la situación   y si además el Gobierno se empeña en que la política económica a seguir para salir de la crisis esté basada más en la inversión pública que en la  privada, pues entonces el instrumento del que tendrá que echar mano para ello es el presupuesto,  ante  lo cual cabe la pregunta de si la partida económica propuesta  y autorizada para 2021  será suficiente a fin de  asumir ese compromiso”.

Con los montos propuestos en el paquete económico 2021 “claramente no se logrará”, afirmó   Aguilera Verduzco, y básicamente porque el ingreso total está sustentado en impuestos (56 por ciento) y en  la venta de bienes y servicios (17 por ciento, principalmente    petróleo). “Eso nos habla de un deterioro de las bases de generación de ingresos del Gobierno,  que ya refleja un decrecimiento en términos reales de los ingresos totales del presupuesto”.

Hablando particularmente   del sector asegurador,    el directivo de Mapfre indicó que  hay factores que pueden afectar a su desempeño futuro, entre los cuales se encuentra una disminución en la demanda de seguros de ciertos ramos  ocasionada tanto por la pérdida del poder adquisitivo  como por la  reducción de  la exposición al riego, lo cual alimenta la falsa creencia de que ya no es necesario comprar seguros.  

De manera paralela,  Aguilera Verduzco   vaticinó cierto incremento en el consumo de coberturas de Accidentes y Enfermedades, ocasionado       principalmente por la aversión a los problemas de salud; aunque aclaró que      esto  solo tendrá un efecto temporal. Señaló  que se generarán algunas  repercusiones negativas en materia de rescates en los seguros de Vida, porque la gente necesitará liquidez, y muchos decidirán retirar recursos de estas  pólizas   asumiendo el castigo financiero que ello implica.     

Desde la perspectiva de la siniestralidad, el efecto será mixto, predijo Aguilera Verduzco. Indicó  que por las características  propias de la pandemia  algunos ramos de aseguramiento ya presentan  resultados negativos en la siniestralidad; mientras que otros, al contrario, muestran  una menor exposición al riesgo.           

El funcionario de la aseguradora ibérica  consideró que las rentas vitalicias y los seguros de Gastos Médicos y Salud podrán tener un efecto positivo motivado  por el beneficio del diferimiento de algunos tratamientos médicos o por el efecto de   no  querer exponerse a la enfermedad.   El  consumo de este tipo de coberturas  podría  tener un comportamiento positivo de manera temporal.

El director general  de Mapfre Economics auguró que habrá un efecto general en  toda la estructura de costos en el sector asegurador, así como  una   volatilidad financiera mayor, lo que generará una   gestión de inversiones más difícil. 

Para concluir, Aguilera Verduzco indicó que en la parte de suscripción  lo que observa es un riesgo de selección adversa  que se presentará  en los meses siguientes y ante el cual habrá una presión creciente por parte de los asegurados para tratar de cubrirse  contra la pandemia.  “Esta situación más una serie de datos incompletos sobre la enfermedad (pues aún no sabemos a ciencia cierta cuál es la tasa efectiva de contagios ni la tasa de recuperación de la enfermedad o el nivel de inmunidad de las personas) complicará estimar cuál es la prima justa para cubrir este tipo de riesgos”.

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