Gracias a los avances en la tecnología, en los últimos 20 años hemos podido aprender más del cerebro que en toda la historia de la humanidad. Hoy sabemos que el cerebro es, principalmente, un órgano hecho para sobrevivir, para protegernos y para ahorrar su propia energía; que concentra emociones y pensamientos; y que, como resultado de una evolución, nuestro encéfalo comparte muchas de sus funciones con el de los animales, además de que nuestra parte racional es, en última instancia, la menos dominante dentro de ese órgano.
¿De qué nos sirven estos conocimientos para sacar provecho en nuestro negocio?
Te daré algunos ejemplos.
- Tus clientes. Los humanos no podemos expresar racionalmente el porqué de nuestros gustos y preferencias: simplemente nos gustan o no las cosas. Nuestras decisiones de compra son básicamente emocionales, pero nos gusta sentirnos inteligentes. Damos explicaciones lógicas de “por qué compramos algo”. Básicamente, las personas compramos por “miedos y para evitar dolor”. Así que ¡detecta los miedos y dolores de tus clientes, genérales emociones positivas respecto a la forma en que tú podrás solucionarles esos problemas y dales algún argumento racional para que puedan repetirlo! Olvídate un poco de tu producto: la gente compra por sus razones, no por las tuyas.
- Motivar a tus empleados. El cerebro es egoísta. No hará nada si él no siente que será beneficiado. Esto es sumamente importante cuando hablamos de motivación a empleados o de programas de cambio. No hay forma de motivar o cambiar a quien no tiene interés.
Por ello, enfoca tu comunicación, no precisamente en las ventajas que obtendría la empresa con los cambios de los empleados, sino en la manera en que la mente de tus empleados percibe ese beneficio.
- Multitareas. A pesar de lo que se piense, usamos todo nuestro cerebro, pero solo un 2 por ciento a la vez, y no podemos realizar funciones cognitivas (aprendizaje-razón) en paralelo, por lo que es infructuoso traer varios temas a la vez, además de que esto es muy desgastante para la energía del cerebro. Y también hay que considerar la enorme cantidad de distracciones que hoy tenemos en los medios electrónicos, a los que somos adictos porque detonan la producción de dopamina en nuestro organismo.
¡Evita el multitasking!
El cerebro no está diseñado para ser exitoso en los negocios, para tener buenas relaciones o para ser feliz. Nada de eso. El cerebro está diseñado, como resultado de una evolución, para sobrevivir. Sin embargo, hoy la neurociencia nos permite utilizar técnicas para ser más productivos, más enfocados en nuestras tareas, tener mucho más ideas y comunicarnos más eficientemente para tener mejores relaciones y una vida más plena y feliz.
¡Olvídate de soluciones mágicas! ¡Aprende cómo funciona tu cerebro y saca provecho de él!