Mujeres empresarias en México

Charlemos seguros

El asegurador

Las mujeres nos enfrentamos a estereotipos de género  que en muchos casos son culturales, heredados o inconscientes, lo que genera  una situación que nos impide tener crecimiento en el ámbito laboral y profesional.

Necesitamos promover  un cambio de mentalidad, de ideas, de creencias, de paradigmas, para dejar a un lado los prejuicios y convencionalismos corporativos y enfrentar las mentiras con las que hemos vivido durante años, y que continúan vigentes en 2019  pero que ya no caben en un mercado cada vez más informado, exigente y disruptivo.

No es ningún secreto que por el simple hecho de ser mujeres  tenemos mucho más desarrolladas las soft skills, más aplaudidas y valoradas  en los grandes perfiles de liderazgo, como la capacidad de colaboración, administración, escucha, comunicación de forma transparente y toma de decisiones de forma intuitiva.

La cultura y los roles de género representan  un papel clave en la vida económica de nuestro país. En México, los desafíos aún son altos para el progreso de muchas mujeres que hoy cuentan con todo el potencial para tener éxito de acuerdo con  su experiencia y credenciales, al igual que las podría tener cualquier hombre, y merecemos que se nos compense de la misma manera.

A continuación, algunos  de los motivos que llevan a tomar  la decisión de ser promotora:

Nueve razones para ser promotora   

1) Transformamos vidas          

Observar el antes y el después de un agente o promotor,  para los que nos dedicamos a esto, es sin lugar a dudas la mejor experiencia y la razón más importante. Algún día pensé que era injusto disfrutar lo que sentía al desarrollarme personal, profesional y laboralmente; que no compartirlo sería un pecado. Entonces entendí que era el momento de trascender y de dejar huella; de  cambiar la vida de las personas al traerlos a esta experiencia, tan apasionante, abriendo la oportunidad por medio del reclutamiento; y, así, a los nuevos socios guiarlos por un camino lleno de todo aquello que estaba ausente en sus empleos anteriores y que ahora podían disfrutar.

El objetivo principal de un promotor  es atender necesidades de frustración laboral, como falta de crecimiento, de reconocimiento, de calidad de vida, de respeto, ingresos injustos, nulos ascensos burocráticos, corta edad   (“Estás muy joven; y por eso no te contrato”), demasiada edad (“Ya estás muy grande; entonces no te contrato”), sobrevaloración de puestos o, peor aún, baja valoración, estrés, trabajo de horas extras sin retribución, exceso de responsabilidades, entre otras.    

Somos fuente de progreso y oportunidad laboral, y arrancamos y rompemos  las raíces de los problemas de muchos profesionistas. Nuestra esencia es ayudarlos a lograr el éxito y desarrollo de su talento  y difundir asimismo una cultura de responsabilidad social y administración de riesgos de forma más acelerada. En equipo es mejor que si lo hiciéramos uno a uno como agentes.

2) Patrimonio familiar y profesión vitalicia     

La carrera de promotor te permite nunca retirarte si no quieres hacerlo. La  profesión de un promotor es increíblemente infinita. Muchos de mis colegas, independientemente de su edad, siguen impulsando  sus empresas, pero la ventaja es que ya no laboran por necesidad, sino por gusto, pues se pudieron haber retirado desde hace muchos años. Sin embargo, esta profesión se ramifica en distintas actividades en las que se puede proseguir:   podemos dar pláticas, seminarios, conferencias, eventos, coaching, asesoría, capacitación, escribir artículos, libros, dar noticias, estadísticas e información financiera interesante para nuestros clientes, prospectos o candidatos; y esto porque el ingreso creciente y tiempo lo permiten.

La carrera está evolucionando;  los ingresos incrementan y no hay límites. Si  te mantienes constante y trabajando en equipo, construyes  sin duda un patrimonio sólido para tu familia, que puede pasar de generación en generación. Ese patrimonio (en la forma de una cartera de clientes) se  puede heredar o vender, de acuerdo con su valoración en el mercado, y se puede obtener ese dinero como capital para que lo utilices de acuerdo con tus circunstancias de vida.

3) Desarrollo personal, profesional y laboral      

Dar el paso de agente a promotor  implica un desarrollo de extrema importancia,  una evolución radical y educación propia, ya que  lograr cierta expansión nos reta a seguir capacitándonos,  estudiar, certificarnos, recibir mentorías, coaching y adquirir otro tipo de habilidades, hábitos y disciplinas.

La pasión de un promotor  va enfocada a la atracción, reclutamiento  capacitación y desarrollo de profesionistas o agentes de seguros. Se inicia  cuando se comparten conocimientos, secretos, experiencias, tips, técnicas y cientos de razones para demostrar lo maravillosa que puede ser la carrera.

4) Mayores ingresos y mayor rentabilidad en el negocio         

Hacer el bien, hacerlo bien  ganando bien es el principio de acción  que adoptamos después de LAMP 2018 por parte de Aspro.  Sabemos que una de las bondades de ser promotor es el creciente ingreso, que además es  vitalicio debido a que la suma de los esfuerzos es mayor que el trabajo individual respecto a comisiones y bonos;  por lo tanto, hay más rentabilidad.

5) Posicionamiento de marca e imagen profesional   

La transición de agente a promotor  no es más que el empujón para el desarrollo de tu marca, posicionamiento, estructura y formalización. El reto es dejar a un lado el ego y trabajar en equipo, compartir e invertir tu tiempo con nuevos colegas y amigos, darte la oportunidad de implementar sistemas y estrategias para lograr una   imagen idónea y el prestigio de tu marca.

6) Crisis de líderes     

Solo 7 por ciento de las  personas en el mundo deciden ser empresarios. El  mundo necesita líderes, entrenadores, educadores, facilitadores, mentores, coaches. Los empresarios comúnmente tomamos el camino difícil, el que muchas personas evitan  por miedo. México también requiere el crecimiento de mujeres líderes en el sector.

Ser promotor  te da relaciones de valor, aprendizaje de maestros y expertos, consejos y experiencias de promotor a promotor  y relaciones entre empresarios con visiones y problemas distintos, lo que te hace crecer y tener mayor ambición.

7) Libertad financiera     

Ser promotor  te permite apalancar tus ingresos gracias al talento, lo que facilita, en corto tiempo, lograr independencia económica  y comenzar a tomar decisiones inteligentes. Tenemos que entender que no lo podemos hacer todo solos y que requerimos un grupo de especialistas que nos guíen en momentos importantes del negocio.

La libertad financiera es aquel ingreso pasivo que cae  mientras yo no hago nada. En pocas palabras, es el ingreso que te permite decidir qué  hacer porque lo deseas, y no porque necesites hacerlo.

8) Satisfacción personal y felicidad     

El éxito da seguridad y eleva tu autoestima. Esa  energía la transmites en tu vida personal, laboral y profesional. El logro de proyectos y metas se vuelve sencillo cuando cuentas con las herramientas, posibilidades, actitud y  estado anímico adecuados para hacerlo.

9) Control de tu tiempo          

La realidad es que una promotora sí  cuenta con tiempo para convivir con su familia. Busquemos   ser empresarias; busquemos ser más mujeres líderes.     

Una empresa empieza a formarse cuando el emprendedor decide delegar sus tareas. La gestión adecuada por talentos y especialidades hace que el jefe del negocio tenga más tiempo libre.

Es necesario cambiar  el just about me. El   secreto es invertir en un equipo de trabajo, elegir socios  para poder crecer y tener calidad de vida y potencializar el talento  de cada uno de los integrantes de nuestro equipo. Un líder verdadero crea más líderes, no más  seguidores; es entonces cuando realmente logramos convertirnos en empresarios(as).

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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