El ser humano va cambiando a lo largo de su vida.
Atraviesa periodos que en el momento parecen ser definitivos, pero nunca es así.
Estamos destinados a una mudanza infinita a lo largo de nuestra vida.
Existen periodos duros, difíciles de superar.
También existen periodos de felicidad, de gracia plena, en los que el gusto por la vida nos rodea pero que serán finalmente pasajeros.
He aquí unos renglones que encontré para afirmar lo arriba escrito:
“Todo llega… Todo se olvida… Todo se arregla… Nadie comprende nada de nada… Si todo el mundo supiera lo que dice de todo el mundo, nadie hablaría de nadie…
El ser humano es, desde siempre, un eterno proyecto hacia una perfección hasta hoy no lograda”.*
* G. Hanotaux.