Debido a que aún existen dudas sobre si la COVID-19 es una enfermedad relacionada con el trabajo, es imprescindible cambiar la forma de administrar y financiar los beneficios con una información más analítica y constante, además de revisar los programas con frecuencia para así reducir los impactos lo más pronto posible, afirma Lockton México.
La firma sostiene que para enfrentar dicha disyuntiva es imperativo apoyarse en la medicina ocupacional y en los análisis de mercado para de esa manera evaluar los acontecimientos que suceden alrededor del mundo y cuáles son los cambios que deben efectuarse a los programas de beneficios de los empleados.
No obstante, indican que en con las empresas multinacionales esto resulta más desafiante pues hay muchas diferencias entre regiones y países que necesitan ser evaluadas. En ese sentido, puede que sea mejor optar por un programa regional o local que se adecúe a las necesidades de los empleados en vez de homogenizarlos.