México está muy lejos aún de ver circular vehículos autónomos, ya que en el país no existe una legislación adecuada que permita regular este tipo de autos y, peor aún, no se han diseñado las condiciones materiales para poder instalar toda la red eléctrica que se requiere para que dichas unidades puedan transitar.
Así se expresó el ingeniero Hermann Fuchs, experto de la industria automotriz, durante su participación en el 11º Congreso Internacional Amasfac.
Explicó que para que los vehículos autónomos vean la luz en un país como México es necesario que mejorar la infraestructura vial y que en materia de corredores viales y señales de tránsito, la red carretera nacional tiene un atraso preocupante.
“En caso de que México decida adoptar los vehículos autónomos, tendría que eliminar los topes de los caminos, sincronizar los semáforos e instalar letreros especiales con señalizaciones muy específicas para que las novedosas unidades circulen”.
“Una de las grandes ventajas de los vehículos autónomos es que los riesgos se reducen ya que esta tecnología cuenta con reglas preestablecidas que forman parte de un ecosistema que está completamente interconectado por disrupciones como la telemática y el internet de las cosas; como consecuencia, nadie excederá la velocidad, no habrá personas conduciendo en estado de ebriedad y tampoco se presentaría indecisión detrás del volante, pues el sistema opera con base en algoritmos que transmiten órdenes que el vehículo se limita a cumplir”, dijo Fuchs.
No será de la noche a la mañana
Hermann Fuchs aclaró que a pesar de que la humanidad está muy cerca de experimentar la revolución de los vehículos autónomos, su implementación podría tardar décadas. Afirmó que habrá un proceso de adaptación, se democratizarán los costos y se masificará el uso de este tipo de vehículos.
“Durante los siguientes 10 años cambiará poco la industria automotriz mundial. Lo que vendrá en el corto plazo es la masificación de los vehículos eléctricos y de los semiautónomos”.
Por último, el expositor aseguró que todavía es muy pronto para predecir de qué forma las compañías de seguros asumirán su responsabilidad en caso de que un vehículo autónomo esté involucrando en un siniestro.