“Haz de los obstáculos escalones para aquello que quieras alcanzar”. -Charles Chaplin
Sin duda, el arquitecto Alfonso González, a quien cariñosamente le llamamos El Arqui, entiende muy bien el significado de esta frase. Hace 5 décadas -cuando su empresa de construcción fue declarada en quiebra- él convirtió este reto en un escalón de oportunidad, al abrazar una nueva vocación que le ha permitido cambiar su vida, la de sus seres queridos y la de muchos mexicanos a quienes ha podido tocar ofreciéndoles un trabajo digno y con ello, la posibilidad de extender el beneficio de los seguros a familias enteras en la Ciudad de México y Estado de México.
El Arqui entró al mundo de los seguros por la puerta grande, al sumarse a las filas de Aseguradora Hidalgo en 1971. Su talento, su capacidad estratégica y su adaptación a cada una de las circunstancias que se le iban cruzando en el camino, fueron factores clave en su trayectoria de éxito. Muestra de ello es que tres años después de haber incursionado en el sector, recibió la oportunidad de dirigir su propia Promotoría, hoy denominada Asesoría Personal y conformada por hombres y mujeres que han adoptado la filosofía de su fundador, haciendo de la oferta de seguros de vida un motor de impulso para fortalecer la inclusión financiera en nuestro país.
A lo largo de sus 50 años de trayectoria ha sido ejemplo y mentor de muchos agentes, transmitiéndoles la sabiduría cosechada desde que inició su vocación aseguradora y les ha enseñado cómo rebatir objeciones con la palabra mágica “precisamente”. Si alguien expresa que no le interesa el seguro, su fuer- za de ventas responde: “precisamente estoy aquí para que le interese.” Cuando el prospecto declara que no cree en el seguro, el equipo de Asesoría Personal con- firma convencido: “Precisamente estoy aquí para que crea en él.”
Podríamos llenar páginas enteras de anécdotas que den muestra de su profesionalismo e integridad pero lo más importante es agradecerle por la huella que está dejando entre quienes tenemos el gusto de conocerle. ¡Gracias Arqui por tu entusiasmo y entereza y sobre todo, gracias por mostrarnos con el ejemplo que ser un asegurador no es vender, sino ayudar a la gente a tomar la decisión de proteger a quienes más aman en la vida!