El inicio de un nuevo año siempre conduce a la gente a realizar un balance de su vida y planificar para un futuro más próspero y también, los lleva a hacer diferentes propósitos. No obstante, las estadísticas sobre el logro de estos objetivos no son tan alentadoras; pues de acuerdo con una investigación de Seguros New York Life, alrededor de la mitad de los adultos que toman estas resoluciones, menos del 10 por ciento logrará mantenerlas por más de dos meses.
La información añade que las principales metas son perder peso, hacer más ejercicio, dejar un mal hábito o ahorrar más dinero. Pero mucha gente falla en mantener esas promesas, con frecuencia, algunas de ellas son prácticamente inalcanzables, se asume que será más fácil de lo que es o se trata de cambiar todo de una vez.
En tal sentido, la aseguradora sugiere que este año, lo más indicado es concentrarse en arreglar las finanzas y hacerlo de una manera que funcione. Para ello, detalla lo siguiente:
1. Ser realista.
Nadie puede comenzar a ahorrar más dinero para las vacaciones, contribuir (más) a su plan de jubilación y gastar menos en cosas que no son necesarias, todo al mismo tiempo. Se sentirá mal y se dará por vencido muy pronto y en todos los objetivos. En lugar de un cambio tan radical, concéntrese en un objetivo y luego subdivida ese objetivo en cambios a corto plazo. Por ejemplo, planificar para la jubilación es en realidad una tarea compleja con una serie de pasos.
2. No olvidar las deudas
Cuando examina sus finanzas por cualquier motivo, lo primero que debe mirar es su deuda. Hay formas de reestructurar la deuda para que sea más manejable, por ejemplo, transfiriendo la deuda de la tarjeta de crédito a una tarjeta de transferencia de saldo del 0 por ciento. Sin embargo, a veces es la gestión pasiva la que permite que se acumule la deuda y le impide aumentar sus ahorros. Aumentar la cantidad que paga por encima del mínimo ayudará a hacer frente a la deuda, especialmente si no cambia esa cantidad.No decida cuánto debe pagar: pague la cantidad que pueda pagar y luego siga pagándola hasta que la tarjeta esté completamente liquidada. Luego, ponga la misma cantidad en sus ahorros. Nunca ha tenido ese dinero, así que no lo extrañará.
3. Planificar revisiones periódicas
El año nuevo siempre se siente como el momento adecuado para hacer cambios, pero no limite su planificación financiera a algo anual. Calcule su presupuesto y vea cuánto puede contribuir a ahorros e inversiones en este momento. Luego planifique un cronograma para revisar esta contribución. No solo haga ajustes cuando obtenga un aumento o el próximo año nuevo, mire su presupuesto cada tres a seis meses para ver qué funciona y qué no.
4. Hacer un plan de gastos sensato
Ya sea para ahorrar para la jubilación o para sus próximas vacaciones, no tiene sentido un enfoque demasiado rígido que le quita toda la diversión a la vida. El tipo de presupuesto que dice que no puede gastar dinero en nada que no sea esencial hasta que se alcance una determinada meta puede ayudarlo a alcanzar esa meta. Pero no podrá mantenerlo como un presupuesto a largo plazo y terminará en un ciclo de atracones (metafóricos) y dietas. En su lugar, asigne una parte de su presupuesto para sus objetivos y otra suma para las cosas divertidas también. Disfrutará del dinero aún más cuando se le “permita” gastarlo.
5. Esperar lo inesperado
La vida está llena de circunstancias inesperadas; la mejor prueba es que nadie esperaba pasar casi los últimos dos años de nuestras vidas en medio de una pandemia mundial. Puede encontrar que el dinero que ahorró para sus próximas vacaciones se destina a un nuevo horno o una factura considerable de reparación de automóviles. Las personas financieramente inteligentes tienen dinero reservado para emergencias en días lluviosos e invierten en la protección contra crisis más devastadoras. Perder su trabajo o sufrir una enfermedad a largo plazo tendrá un gran impacto en sus finanzas, pero puede mitigarse con ahorros y una protección adecuada.