Más de 3,000 derechohabientes del IMSS han sido transferidos a hospitales privados para recibir atención médica

El Asegurador

 

La rápida propagación de la COVID-19 ha traído como consecuencia que en la mayoría de las unidades médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) alrededor del país, no se pueda brindar atención médica a otras enfermedades por las que regularmente acuden los derechohabientes.

Para poder seguir brindándoles estos servicios sin que corran el riesgo de ser contagiados con el virus SARS-CoV-2, se creó un convenio para la subrogación de servicios médicos firmado por el gobierno federal, la Asociación Nacional de Hospitales Privados (ANHP) y el Consorcio Mexicano de Hospitales, en el que hospitales privados pueden atender a los derechohabientes del instituto sin costo alguno.

Del 23 de abril al 26 de mayo, han sido más de 3,000 los ciudadanos pertenecientes al IMSS los que han sido transferidos a diversos hospitales privados para recibir atenciones necesarias, las cuales se han registrado de la siguiente manera: 2,964 partos, 604 cesáreas, 58 problemas de apéndice, 91 de hernias, 24 úlceras gástricas y duodenales, 175 cirugías endoscópicas urológicas y 649 procedimientos no especificados.

Son 212 hospitales los aprobados por el Consejo de Salubridad General los que participan en el programa para prestar sus servicios a nivel nacional. Las entidades en las que se ha otorgado mayor número de atenciones son Ciudad de México, con 746; Jalisco, con 504; Guanajuato, con 434; Querétaro, con 293, y Morelos, con 230.

El IMSS informó que para que el derechohabiente pueda recibir atención en un hospital privado se debe llamar a un centro de atención en la línea telefónica 800 213 2684 opción 1 para que los 70 médicos disponibles para ello puedan ayudarle. En caso de que el paciente se encuentre en alguna Unidad de Medicina Familiar y hospital del instituto, el hospital de referencia certificará la vigencia de sus derechos y lo enviará con la forma 4302 de subrogación de servicios para que se le atienda.

El convenio es válido hasta el 23 de junio y se espera que con ello, las unidades de salud pública puedan ayudar a más pacientes con la COVID-19 sin descuidar al resto de la población, reiterando así el compromiso del Seguro Social con sus derechohabientes llevando todo esto sin fines de lucro pues los hospitales privados involucrados no están cobrando ningún tipo de utilidad.

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