Después de años de trabajar con asesores de seguros en todo el país, de todas las edades y perfiles, me he dado cuenta de algo fundamental: los agentes más exitosos no son necesariamente los que ofrecen la póliza más barata o las mejores condiciones. Son los que han logrado que sus clientes confíen en ellos.
Porque cuando alguien elige un seguro, no sólo está comprando la cobertura, la compañía o los beneficios del contrato. Está eligiéndote a ti.
Esto es algo que muchos agentes de seguros pasan por alto. Creen que su trabajo es vender una póliza, cuando en realidad su trabajo es generar confianza. Y ahí es donde entra en juego la marca personal.
Las pólizas pueden ser similares entre sí, tú eres único
Si un prospecto cotiza con tres agentes diferentes, probablemente encontrará diferencias mínimas en las coberturas, en el precio o en algunos beneficios adicionales. Pero en lo que sí encontrará una diferencia clara es en la persona que le está vendiendo la póliza.
Y eso es lo que realmente importa.
La decisión de compra en seguros no es completamente racional. Sí, el cliente revisa números, coberturas y exclusiones, pero al final, elige a la persona en la que más confía. A la que siente que lo entiende, que realmente quiere ayudarlo y que estará ahí cuando lo necesite.
Eso no lo da la aseguradora, ni la póliza. Lo das tú.
Tu marca personal es tu ventaja más fuerte
Hoy en día, si alguien escucha tu nombre y te busca en Google o en redes sociales, ¿qué encuentra?
Si no encuentra nada, esa ya es una impresión negativa. Y si encuentra un perfil descuidado o publicaciones sin sentido, esa también es la imagen que se llevará de ti.
Tu marca personal es la forma en la que las personas te perciben antes de conocerte en persona. Y en un mundo donde la confianza lo es todo, es tu mejor herramienta para atraer y convertir clientes.
He visto agentes de seguros que, sin darse cuenta, están perdiendo oportunidades porque no han trabajado su presencia digital. Y he visto otros que, gracias a su marca personal, generan clientes de manera constante sin tener que perseguir prospectos.
Cómo una marca personal sólida te ayuda a vender más
No necesitas ser un influencer ni tener miles de seguidores para que tu marca personal te ayude en tu negocio. Se trata de construir confianza antes de que la primera reunión suceda.
Estos son algunos de los beneficios de una marca personal bien trabajada:
1. Los clientes llegan a ti en lugar de que tú los persigas. Cuando compartes contenido de valor y te posicionas como alguien que sabe de lo que habla, las personas te buscarán cuando necesiten un seguro.
2. Te posicionas como un experto. No necesitas décadas de experiencia para generar confianza. Si explicas de manera clara, compartes información útil y muestras cómo has ayudado a otras personas, serás visto como alguien que realmente domina su área.
3. Generas una conexión más fuerte con tus clientes. Aquí es donde muchos agentes fallan. Creen que su contenido debe ser puramente técnico, pero la realidad es que las personas compran a personas. Compartir aspectos personales de tu vida te ayuda a conectar con tus prospectos de manera más auténtica.
Las conexiones personales generan confianza y ventas
Imagínate que un prospecto busca un seguro y encuentra dos agentes con perfiles similares. Ambos tienen experiencia, ambos publican contenido sobre seguros, pero hay una diferencia: uno de ellos comparte en sus redes que es corredor de maratones.
Si ese prospecto también corre, ¿a quién crees que va a elegir?
Las personas conectan con otras personas por afinidad. Si compartes tus intereses, tu estilo de vida, tus valores, generarás una conexión más profunda con aquellos que se identifican contigo.
Tal vez eres un apasionado del ciclismo, te encanta el café o eres mamá o papá y hablas sobre la importancia de la protección financiera para los hijos. Ese tipo de contenido no sólo muestra quién eres, sino que te hace más accesible y confiable.
Los clientes quieren comprarle a alguien con quien se identifiquen, alguien en quien sientan que pueden confiar. Y la mejor forma de lograrlo es mostrándote tal como eres.
Cómo empezar a construir tu marca personal
No necesitas grandes inversiones ni una estrategia complicada para empezar. Sólo necesitas intención y constancia.
-Optimiza tus redes sociales. Asegúrate de que tu perfil de LinkedIn, Facebook o Instagram refleje profesionalismo. Usa una buena foto, una descripción clara y publicaciones de valor.
-Comparte contenido útil. Explica temas complejos de manera sencilla, cuenta historias de clientes a los que has ayudado, responde preguntas frecuentes.
-Muestra tu lado personal. Habla de tus intereses, tus valores y tu día a día. No necesitas compartir toda tu vida, pero sí lo suficiente para que las personas te conozcan más allá de tu trabajo.
-Sé constante. No se trata de publicar todos los días, pero sí de mantener una presencia regular. La confianza se construye con el tiempo.
Los clientes compran confianza, no sólo seguros
Si hay algo que me ha quedado claro después de asesorar a cientos de agentes de seguros es esto: los clientes no compran pólizas, compran tranquilidad. Y esa tranquilidad se la da la persona en la que confían.
Si trabajas tu marca personal, si te muestras como un experto, pero también como una persona real, si generas contenido que aporte valor y que conecte con la gente, vender seguros se vuelve más fácil.
Porque al final, la decisión de compra no es sólo sobre la póliza. Es sobre quién la está vendiendo.
Y si logras que te elijan a ti, el resto llega solo.